Dios está enamorado de nuestra pequeñez, su misericordia no tiene fin. Lo afirmó el Papa durante la Misa de la mañana celebrada en la capilla de la Casa de Santa Marta.
En su homilía, Francisco subrayó que la misericordia es como una caricia, como el abrazo de un padre que da consuelo y seguridad a su hijo.
“El Señor es misericordioso y grande en el amor”. El papa Francisco desarrolló su homilía matutina partiendo de la Lectura del libro de Isaías donde en un monólogo del Señor se comprende que Dios ha elegido a su pueblo “no porque fuera grande o poderoso”, sino “porque era el más pequeño de todos, el más miserable de todos”.
Enamorado de nuestra pequeñez
Dios –prosiguió el Papa– “se ha enamorado de esta miseria, se ha enamorado precisamente de esta pequeñez”.
Y en este monólogo de Dios con su pueblo –reafirmó– “se ve este amor”, un “amor tierno, un amor como el del papá o la mamá” cuando habla con el niño que “se despierta de noche asustado por un sueño”. Y lo tranquiliza: “Yo te tomo la mano derecha, quédate tranquilo, no temas”.
"Todos nosotros conocemos las caricias de los papás y de las mamás, cuando los niños están inquietos por el susto: ‘No temas, yo estoy aquí'".
"Yo estoy enamorado de tu pequeñez; me he enamorado de tu pequeñez, de tu nada’. E incluso: ‘No tengas miedo de tus pecados, yo te quiero tanto; yo estoy aquí para perdonarte’. Esta es la misericordia de Dios".
El Señor toma sobre sí nuestras debilidades
Francisco recordó también a un santo que hacía muchas penitencias, al que el Señor le pedía cada vez más hasta que este le dijo que ya no tenía nada más para darle y a quien Dios le respondió: “Dame tus pecados”:
“El Señor quiere tomar sobre sí nuestras debilidades, nuestros pecados, nuestros cansancios".
"Jesús cuántas veces hacía sentir esto y después: ‘Vengan a mí, todos ustedes que están fatigados, agobiados, y yo les daré descanso. Yo soy el Señor tu Dios, que te tengo por la derecha, no temas pequeño, no temas. Yo te daré fuerza. Dame todo y yo te perdonaré, te daré paz".
Que la misericordia de Dios nos haga más misericordiosos
Estas son “las caricias de Dios” –dijo también el papa Bergoglio–, son las caricias de nuestro Padre, cuando se expresa con su misericordia”:
“Pidamos al Señor –concluyó diciendo Francisco en su homilía– que despierte en cada uno de nosotros, y en todo el pueblo, la fe en esta paternidad, en esta misericordia, en su corazón. Y que esta fe en su paternidad y su misericordia nos haga un poco más misericordiosos con los demás”.