Mensaje del presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos En un mensaje de Adviento y Navidad, el arzobispo de Louisville y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), monseñor Joseph E. Kurtz, subrayó la necesidad de anunciar, con voz más fuerte este año, la paz y la buena voluntad entre los hombres, tras el último episodio de asesinatos masivos en San Bernardino (California), en el que fueron masacradas por una pareja islámica –en un centro social para discapacitados—14 personas y heridas de gravedad otras 21.
“La violencia y el odio en el mundo que nos rodea”, dijo en su mensaje monseñor Kurtz, deben ser enfrentados y resueltos con valor”, en alusión a la “solución” que se ha encontrado por algunos países de enfrentar militarmente la amenaza del llamado Estado Islámico a los países de Occidente o de no aceptar refugiados que provengan de países de Oriente Medio, por temor a que sean extremistas disfrazados de desplazados.
Tras asegurar la oración de los obispos de Estados Unidos por las familias de quienes fallecieron en San Bernardino y por quienes se recobran de la balacera masiva en Colorado Springs, el presidente de la USCCB apuntó que no se debe responder a estos ataques con miedo. “Estamos llamados –dijo—a ser heraldos de la esperanza y a tener una voz profética contra el sinsentido de la violencia; una violencia que jamás puede ser justificada invocando el nombre de Dios”.
Testimonio de dignidad
Contra la ola de racismo y de venganza que despiertan en algunas familias estadunidenses estos acontecimiento, monseñor Kurtz advirtió que se deben canalizar las emociones no en “políticas discriminatorias, sino en cuidado y protección para todos, “en un vibrante testimonio de (defensa) de la dignidad humana”.
En la parte central de su mensaje, el arzobispo de Louisville subrayo que su país debería construir leyes migratorias humanistas, que, sin olvidar la necesidad de la seguridad interna, “nunca tenga como objetivo (eliminar) clases específicas de personas en lo que respecta a su religión”.
“Confiando en lo que Jesús nos pide –dijo el prelado en su carta de Adviento y Navidad—la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos continuará firme en su compromiso con los refugiados que, frecuentemente vienen (al país del norte) escapando de una persecución severa”, al tiempo que subrayó el apoyo de la Iglesia a las iniciativas de regulación “responsable” de la adquisición y uso de armas de fuego y pidió, de parte de las personas que están sufriendo discriminación religiosa, que incluyan “a nuestras hermanas y hermanos musulmanes” en la vida ordinaria y en sus oraciones.
“Vamos a confrontar el desafío del extremismo –concluyó diciendo monseñor Kurtz en su comunicado—con valor y compasión, reconociendo que cristianismo, islamismo y judaísmo así como muchas otras religiones, están unidos en la oposición a la violencia que se hace en su nombre”.