Monseñor Arizmendi advierte contra quienes pretenden lucrarse aprovechando la visitaUno de los obispos que recibirán al Papa Francisco en su visita próxima a México (12 al 18 de febrero) es monseñor Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas, en el Estado sureño de Chiapas.
Monseñor Arizmendi Esquivel es de los más activos en cuanto a mensajes a la sociedad de la Conferencia del Episcopado Mexicano, fuertemente comprometido con los pueblos originarios, la llamada teología india y con las traducciones de la Biblia o el Nuevo Testamento a las diferentes lenguas vernáculas.
Papa “todo incluido”
Frontera con Guatemala, la estancia de Francisco en este “pueblo mágico” de México, territorio que fue del episcopado del célebre obispo español fray Bartolomé de las Casas, hoy encausado en la arquidiócesis de Sevilla y “apóstol de los indios” en el siglo XVI, San Cristóbal ofrecerá al Papa la oportunidad de un encuentro fundamental con los indígenas de México y de todo la región centroamericana.
Por la expectativa que ha levantado en la zona la presencia del primer Papa latinoamericano, monseñor Arizmendi Esquivel ha escrito un comentario en el que subraya que no faltan quienes intenten lucrar con esta visita. “Hay dueños de hoteles que cobran una habitación como si los días de la presencia del Papa fueran temporada alta”, dice en su reflexión el prelado mexicano.
Más adelanta indica que hay otros operadores que “ofertan paquetes turísticos todo incluido, también los boletos de ingreso a los eventos, no como un servicio apostólico, sino como una fuente de ingresos para sí”.
Los obispos de México han insistido en varias ocasiones –y monseñor Arizmendi Esquivel no ha sido la excepción– que los boletos son totalmente gratuitos y no los distribuyen agencias de viajes; todo pasa por las parroquias y las diócesis, exclusivamente. Son necesarios sólo para que haya orden en el ingreso a los locales. No se venden; no son negocio de la Iglesia ni del Papa.
Por lo demás, conocedor del carácter que tienen estos encuentros en México, monseñor Arizmendi Esquivel explica que hay algunos que tienen sólo curiosidad por conocer al Papa. “Su visita es un evento histórico, que no se quieren perder, pero sólo para platicar y presumir que lo vieron de cerca.”
Para el prelado, a estos últimos no les importan los mensajes de Francisco. “No tienen apertura de mente y de corazón, para esperar una palabra que les inspire, les cuestione, o les ayude”, precisa en su escrito.
Evangelio vivo
Finalmente, para otros, “será un evento meramente anecdótico y quizá folclórico, nada más. No están dispuestos a reflexionar lo que diga, y en su vida todo seguirá igual, sin cambios ni trascendencia. No faltan quienes vean sólo intereses políticos y económicos.”
Para ayudar a que esta visita no sea superficial y pasajera, sino provechosa en el corazón y en la vida de los mexicanos, monseñor Arizmendi Esquivel ha seleccionado y ha puesto a disposición de los católicos, cien frases de sus discursos, mensajes y homilías, “para que en las familias, en los grupos, en las catequesis y en las celebraciones, se medite algo de tanto que nos ha dicho en poco menos de tres años de su ministerio petrino.”
“Es muy iluminador y evangélico lo que nos propone. Cuestiona mucho nuestro estilo de vida. El Papa no viene a hacer proselitismo papal; no nos invita a seguirlo a él, sino a acercarnos a Jesucristo, único Salvador, para recibir Su misericordia”, advierte el obispo de San Cristóbal de las Casas.