El Papa Francisco lo quiso en Roma para el Año Santo: “Mientras san Pío vivió desde Roma lo hicieron sufrir, pero su santidad fue superior”La urna con las reliquias de Padre Pío ha llegado a la Basílica de San Lorenzo Extramuros en Roma este miércoles 3 de febrero. La exposición se extenderá hasta el próximo 11 de febrero en la capital italiana y en la Ciudad del Vaticano.
Padre Pío (1887-1968), canonizado por Juan Pablo II en el 2002, no necesita de muchas presentaciones. En América Latina y España tiene varios seguidores. El pobre fraile capuchino gastó toda su vida en san Giovanni Rotondo sin dejar nunca esa pequeña ciudad del sur de Italia.
Es famoso entre los fieles de América Latina, EEUU y España por los estigmas que exhibía en las manos.
El arzobispo Rino Fisichella, organizador del Jubileo de la Misericordia convocado por el papa Francisco, ilustró que es cierto, que mientras san Pío vivió, desde Roma lo hicieron sufrir, pero su santidad fue superior.
Hoy llega a Roma como un santo querido por el Papa para que la Iglesia vea en él un signo de la misericordia. Es la primera vez que la urna se mueve del Santuario de San Giovanni Rotondo.
“En el silencio de la obediencia también él llegó a ser testigo privilegiado de la misericordia, dedicando toda su vida a la celebración del sacramento de la reconciliación”, contó Fisichella.
La traslación del cuerpo a San Pedro se realizará el próximo viernes 5 de febrero. Una multitud de fieles acompañó la procesión desde la ciudad del santo hasta la ciudad eterna.
Este regalo para los peregrinos del Año Santo ha sido posible gracias a la colaboración de los Padres Capuchinos y el Vaticano.
“La gratitud va de la mano con la certeza de que este evento permitirá a muchos peregrinos expresar su devoción a los dos santos y recibir una vez más la consolación mediante su intercesión”, dijo el también presidente del Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización.
Entusiasmo: con esta palabra se puede resumir el espíritu que se vivió, a pesar la lentitud del tráfico en la capital italiana debido a la procesión que transportaba las reliquias de Padre Pío hasta Roma.
Un recorrido de 500 kilómetros iniciado esta mañana a las 9am en San Giovanni Rotondo, en la región italiana de Puglia.
El viaje duró 8 horas, el doble de lo calculado, no obstante las medidas de seguridad y el corredor exclusivo abierto por la policía italiana. La reliquia fue protegida para evitar vibraciones y movimientos bruscos para preservarla.
El programa:
La urna que contiene las reliquias de san Padre Pío de Pietrelcina llega para unirse a la de otro santo; también convocado por el Papa, a Roma: san Leopoldo Mandic.
Las reliquias permanecerán en san Lorenzo hasta las 8:30 de la tarde de mañana.
Una vigilia nocturna de oración será organizada en la iglesia jubilar de san Salvador en Lauro, a partir de las diez de la noche del 4 de febrero.
La oración se prolongará el día siguiente, 5 de febrero, con varias celebraciones hasta la misa a las dos de la tarde, que será presidida por Michele Castoro, arzobispo de Manfredonia-Vieste-San Giovanni Rotondo.
A las cuatro de la tarde desde san Salvador en Lauro partirá la procesión con las dos urnas de reliquias que, atravesando toda la vía de la Conciliazione, llegará hasta el atrio de la basílica de San Pedro.
Allí el cardenal Angelo Comastri, arcipreste de la Basílica Papal, acogerá las reliquias y luego de un momento de oración las introducirá en la Basílica de San Pedro; serán colocadas en la nave central, delante al altar de Confesión, para la veneración de los fieles.
En la Basílica de San Pedro, las reliquias permanecerán expuestas hasta la mañana del 11 de febrero cuando, después de una celebración eucarística de acción de gracias, volverán a sus respectivos lugares de origen.
El papa Francisco presidirá, el día 10 de febrero, miércoles de Ceniza, la misa en la basílica de San Pedro. Ante las reliquias, el Papa enviará por el mundo a Los Misioneros de la Misericordia que son más de 1000 y provienen de todos los continentes.
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