Heather Clarke dio vía libre a la donación del corazón de su hijo, que murió prematuramente, y permitió salvar a otra niñaUn encuentro hizo conmover a los Estados Unidos. Sucedió entre la madre de un niño fallecido con sólo siete meses y a quien se le extrajo el corazón, y la niña que ahora vive precisamente gracias a ese corazón (Il Messaggero, 1 febrero).
Sufrió abusos
Era el 2013 cuando Lukas Clarke, el hijo de Heather, de sólo siete meses y residente en California, murió tras haber sido abusado por el novio de su niñera, a quien se sigue investigando por violencia sobre un menor.
Fue en ese momento que la mujer decidió donar los órganos de su hijo para dar posibilidad a otros de vivir la vida que se le negó a Lukas.
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El trasplante para Jordan
Se salvaron tres personas gracias a él. Entre ellas, Jordan Drake, que nació con una malformación cardiaca, que en el momento del trasplante tenía sólo 18 meses de vida.
Una cirugía delicada pero que salió bien gracias a la habilidad de los médicos del hospital pediátrico de Phoenix, en Estados Unidos. El sábado 30 de enero Heather quiso conocer a la pequeña Jordan, que ahora tiene cuatro años y goza de buena salud.
“Es muy fuerte”
Heather escuchó por primera vez latir el corazón del pequeño Lukas. “Es tan fuerte”, dijo Heather al escuchar el corazón de su hijo en el pecho de Jordan ayudándose con un estetoscopio.
“Haber donado sus órganos fue la elección adecuada porque me ha dado la posibilidad de abrazarlo de nuevo. Y no habría pensando nunca que esto podía suceder. Nos hemos hecho amigos de la familia de Jordan y creo precisamente que nuestra relación continuará también en los próximos años.
“Le ha devuelto la vida a mi hija”
“No quiero decir nada, no hay palabras correctas en este momento –dijo Esther González, mamá de la niña salvada– quiero sólo abrazar a la mujer que le devolvió la vida a mi hija. Su gesto generoso para nosotros ha significado todo”.