San Cristóbal de Las Casas, “el más mágico de los pueblos mágicos de México”
San Cristóbal de Las Casas se encuentra en el sureste mexicano. Fue visitado por el papa Francisco en su último viaje a México.
El “más mágico de los pueblos mágicos”
San Cristóbal de las Casas no sólo es una de las primeras poblaciones españolas en el continente americano –fue fundada en 1528- sino que, además de ser la principal localidad turística de todo el estado, y la más cosmopolita de las ciudades y pueblos de Chiapas, es considerada también como su capital intercultural.
San Cristóbal se ganó esta distinción no sólo gracias a su diversidad étnica y cultural –un porcentaje importante de población amerindia tzotzil conserva su lengua ancestral- sino también por la presencia de numerosas universidades, museos –incluyendo museo del cacao, parada obligada de los amantes del chocolate- y un creciente número de festivales culturales, entre los que destaca especialmente el Festival Cervantino-Barroco.
El papa Francisco celebró la Santa Misa, tras su arribo a San Cristóbal de Las Casas, el lunes 15 de febrero de 2015 a las 10:15 de la mañana en el Centro Deportivo Municipal.
Esta decisión obedecía a la necesidad de tener un espacio en el que se pudiera albergar a los miles de fieles que se iban a acercar a la celebración eucarística, y no precisamente a la ausencia de templos en la ciudad: San Cristóbal es la cuna de más de veintidós templos y conventos de los siglos XVI y XVII, la mayoría de ellos de inconfundible estilo barroco colonial.
Sin embargo, San Cristóbal se precia además de ser hogar de la única iglesia de estilo gótico en el sur de México –el llamado “Templo de Mexicanos”- y del Arco del Carmen, una de las pocas construcciones de estilo mudéjar en todo el continente americano.
Cabe destacar, además, que el primer obispo de la ciudad fue el célebre dominico Bartolomé de Las Casas, lo cual explica, además, el nombre que la ciudad asumió a partir de 1848.
Pero San Cristóbal no es, exclusivamente, arquitectura y devoción: es también parada obligada del turismo gastronómico, de aventura y de investigadores que procuran conocer las costumbres y tradiciones de los habitantes de poblaciones cercanas como San Juan Chamula, en donde el culto prehispánico y la imaginería cristiana católica se han combinado en un sincretismo religioso descrito por muchos como “el sueño de cualquier antropólogo”.