Los bordados representan el 13, un número sagrado en el mundo indígena, y forman un rombo grande con una cruz maya en el centroEn la Eucaristía que está celebrando esta mañana el Papa Francisco en San Cristóbal de Las Casas, junto a representantes de comunidades indígenas de México, el obispo de Roma está usando vestiduras litúrgicas elaboradas por bordadoras tzeltales de las montañas del municipio de Chilón.
La casulla y estola fueron elaboradas por un grupo de mujeres, dirigidas por Florinda Pérez Gutiérrez, una indígena tzeltal que no habla español y quien, junto con sus cinco compañeras, empleó cerca de 17 días de trabajo.
“Siento mucha alegría en mi corazón”, dice la artesana al relatar su experiencia de elaboración de estas vestiduras. Explica, en tzeltal, que los bordados representan el 13, un número sagrado en el mundo indígena, y forman un rombo grande con una cruz maya en el centro.
Las mujeres forman parte de la cooperativa Jluchiyej Nichimetic (sembradoras de flores), que consta de más de 250 personas de 13 comunidades, y que fue fundada hace varios años por las religiosas del Divino Pastor. Los trabajos que elaboran han sido reconocidos y galardonados incluso fuera de México, por su alta calidad y vistosidad.
Florinda Pérez cuenta que ella estaba enferma, pero cuando le dijeron que sería la encargada de elaborar los bordados, se alivió de sólo pensar en esta dicha que significa hacer este especial trabajo. Y de manera sencilla dice que si pudiera, le pediría al Papa que ayudara a comercializar su trabajo ya que en la región se padece mucha pobreza.