Datos del informe “Situación de Derechos Humanos en Honduras”Honduras –por incapacidad y, a veces, por colusión de autoridades—sigue siendo terreno fértil para los delincuentes y los violadores de los derechos humanos. Un informe emitido en Washington por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) así lo señala.
El informe Situación de Derechos Humanos en Honduras aborda la vulnerabilidad de los derechos de los habitantes, misma que resulta de los altos índices de violencia, la inseguridad ciudadana y las altas tasas de impunidad existentes.
Aparte, el informe de la CIDH -organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA)- contiene recomendaciones para fortalecer los esfuerzos del Estado para proteger y garantizar los derechos humanos.
Homicidios, violencia
El informe señala que la tasa de homicidios en Honduras continúa siendo una de las más altas de la región y del mundo a pesar de que cifras del Estado apuntan a una disminución en 2014.
De hecho, San Pedro Sula presenta la tasa más alta de homicidios por persona en el Continente, y Tegucigalpa no le va a la zaga.
Estos niveles de violencia –señala el informe de la CIDH- son el resultado de varios factores, entre los que destacan el incremento del crimen organizado y el tráfico de drogas, una deficiente respuesta judicial que conlleva a la impunidad, la corrupción, y altos niveles de pobreza y desigualdad.
“La violencia y la inseguridad son problemas graves a los que se enfrenta la sociedad hondureña, con grandes repercusiones en el goce y ejercicio efectivo de los derechos humanos en el país”, dijo el Relator de la CIDH para Honduras, Comisionado Francisco Eguiguren.
Impunidad rampante
Cifras oficiales hechas públicas en 2013 indicaban que el 80% de los homicidios cometidos en Honduras quedaban en la impunidad por falta de capacidad de los órganos de investigación. El informe de la CIDH deja entrever que quizá estos niveles sean mayores todavía.
Además, la CIDH recomienda impulsar las investigaciones judiciales de manera pronta, diligente e imparcial sobre todos los actos de violencia contra la población vulnerable, y, por lo que representan, contra defensores y defensoras, líderes de pueblos indígenas y afrodescendientes, entre otros.
La Comisión espera que con el presente informe se impulsen los esfuerzos del Estado hondureño por romper el ciclo de impunidad imperante y se fortalezcan sus esfuerzos por proteger y garantizar los derechos humanos en el país centroamericano, uno de los principales expulsores de migrantes hacia Estados Unidos.