Una emblemática catedral de Centroamérica que ha permanecido cinco años cerrada para su restauraciónUbicada en Colón, una provincia de Panamá, la catedral de la Inmaculada Concepción es uno de los lugares de culto y de los monumentos religiosos más importantes de Panamá y de la región.
Dedicada a la Inmaculada Concepción de María, es sede de la diócesis Colón Kuna-Yala, que hace cinco años se vio obligada a cerrarla debido a una serie de daños. Era necesario restaurarla y mejorar la seguridad de su estructura.
Considerada una de las joyas de la arquitectura gótica de Centroamérica y patrimonio histórico de Panamá, miles de fieles y turistas podrán acercarse una vez más a ella e incluirla dentro de su itinerario cada vez que pasen por Colón.
Tal es así que forma parte del circuito de turismo religioso de Panamá y las propias autoridades locales colaboraron también en su restauración.
Unas de sus principales características son sus bellos ventanales policromados, algunos de los cuales fabricados por la Casa Vitralista Valdez y Gómez, de La Habana, Cuba.
Más de 70 años de centro de evangelización
La construcción de esta catedral comenzó en el año 1929 con la dirección de Juan Maiztequi, primer obispo de la ciudad de Colón.
Al tratarse de un proyecto sumamente ambicioso y con costo elevado, fue necesario acudir a donaciones. En 1934 esta obra arquitectónica fue inaugurada.
La dura decisión
El deterioro de la catedral de Colón fue tal que en 2011 hubo que tomar la decisión de cerrarla para su restauración.
“Para todos los devotos fue lamentable, era la crónica de una muerte anunciada, ver como la casa de Dios se iba deteriorando y nadie hacía nada, durante el gobierno de Martín Torrijos, se destinó un presupuesto de la Zona Libre para repararla, pero nada se hizo”, explicó Pablo Chavarría, asistente de varios párrocos de la catedral, en declaraciones al diario local La Prensa.
El camino hacia la restauración
“Completa e integral”, así se puede definir cómo fue la restauración de la catedral de Colón, con un estilo neogótico romano.
El trabajo incluyó techos, paredes, muros, escaleras y fachadas externas. Gracias al trabajo de diversos artesanos locales, los materiales que se usaron con tal fin han sido los originales, así como los suelos de mármol italiano.
A falta del 30% de las obras de restauración, el 8 de diciembre de 2015 la catedral abrió con motivo de la fiesta de la Virgen a modo excepcional.
El obispo de la diócesis de Colón y Guna Yala, Manuel Ochogavia, expresó lo siguiente en aquella ocasión: “Hoy comienza la vida dentro de esta casa que es la nuestra, esto debería marcar el compromiso de vivir de manera que este templo no se convierta en una bonita casa o un museo para admirar, sino que sea una realidad viviente, animada por la fe de los fieles”.
El pasado 22 de febrero los trabajos quedaron finalizados de forma definitiva y la catedral puede mostrar su máximo esplendor, toda su belleza, aunque también deberá procurar nunca perder su verdadera esencia, eso de ser una “realidad viviente animada por la fe”.