12 millones de hispanos indocumentados esperan, con ansia, que alguien los deje de llamar “ilegales”El que el mexicano Alejandro González Iñárritu haya ganado por segundo año consecutivo el Óscar al mejor director de cine y el mexicano Emmanuel Lubezki haya hecho historia con tres estatuillas a la mejor fotografía, no es un tema menor. Los latinos ya no es que estén de moda en Estados Unidos: es que son la vanguardia.
Y también lo son –quizá no la vanguardia pero sí la clave—en el ámbito electoral. Poco menos de 28 millones de ciudadanos estadounidenses de origen latino reúnen este 2016 los requisitos necesarios y suficientes para votar en las próximas elecciones del 7 de noviembre en las que se elegirá al sucesor de Barack Obama al frente de la Casa Blanca.
Ciertamente ese es el número de latinos que podrían votar, pero no todos se han inscrito en las listas nominales. De hecho, aún no se han inscrito 12.5 millones de residentes estadounidenses de origen latino, lo que ha motivado una intensa campaña por parte de organizaciones pro-latinos (la mayor parte de ellas pro-inmigrantes) para que se inscriban.
El temor es que la inasistencia de los votantes latinos a las urnas pueda hacer ganar en la carrera presidencial a quien se perfila como el candidato republicano a la presidencia con más margen y que es, ni más ni menos, Donald Trump, un magnate del ramo hotelero que se ha hecho célebre por su discurso racista en contra de los migrantes, concretamente de los mexicanos, a quienes acusa de ser violadores y criminales.
El votante latino tradicionalmente vota por los demócratas, pero en esta ocasión aún no ha decidido su voto la mayor parte del electorado latino como lo demostró una encuesta de CNN y la Universidad de la Ciudad de Nueva York, levantada en el mes de febrero.
Si bien el número posible de latinos susceptible de votar es histórico, solamente el 48% dijeron que sí iban a votar (13.5 millones), lo que representa un 10 por ciento menos de los registrados en las elecciones celebradas entre 1992 y 2012.
El tema central, sin embargo, sí que toca a los latinos. Y de acuerdo con encuestas de Univisión y el diario The Washington Post, este será “el tema de temas” en las próximas elecciones estadounidenses. De hecho ya lo es.
Y las opiniones de los candidatos que van a la cabeza, Clinton y Trump, serán decisivas los próximos meses. Se anticipa, por parte de los analistas, que la ex secretaria de Estado ablandará al máximo su postura sobre los migrantes, mientras que Trump la endurecerá todavía más.
Y en medio de este estira y afloja electoral hay 12 millones de hispanos indocumentados que esperan, con ansia, que alguien los deje de llamar “ilegales”. Porque de eso a “criminales”, hay un paso. Que Trump, por ejemplo, ya dio.