El Pontífice lanza un mensaje a la comunidad internacional frente a la tragedia impactante de los refugiadosEl papa Francisco decidió que este jueves santo, 24 de marzo, lavará los pies a un grupo de refugiados de un centro de Roma, durante la misa “in coena Domini”. Sin duda, una atención especial del papa al éxodo de cientos de miles de personas que escapan de las bombas y la persecución.
Después de haber estado en una cárcel para menores, en un centro para ancianos y el año pasado en la cárcel romana de Rebibbia, el Pontífice decidió dirigir un gesto exclusivo este año a los refugiados y migrantes.
La preocupación personal del Papa por los refugiados no es nueva. De hecho, en su primer viaje dentro de Italia, el 8 de julio de 2013, a la isla de Lampedusa, al sur de Sicilia, recordó el drama de los miles de desesperados que mueren en el Mediterráneo.
En este orden, el arzobispo Angelo Bagnasco, presidente de la conferencia episcopal italiana, denunció este lunes 14 de marzo que desde el inicio del año “han muerto 4.200 personas, de las cuales 330 eran niños, esto ¡sólo en el Mar Egeo! ¿Qué espectáculo está dando de sí Europa?”, interrogó.
Leer también: Revolución del papa Francisco, cambia el rito del lavatorio de los pies
El papa había cuestionado en Lampedusa: “Adán, ¿dónde estás?”, “¿Dónde está tu hermano?”, una pregunta de Dios a todos los hombres de nuestro tiempo. Y, asimismo, en varias ocasiones, ha insistido en que se abran corredores humanitarios para los cristianos perseguidos, y en general, para todas las familias que escapan de los conflictos.
Sorprendiendo al mundo, el Pontífice exhortó (06.09.2015) el año pasado a que cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio acogiera a una familia de refugiados comenzando por su diócesis de Roma.
Por ello, en el Vaticano la parroquia de Santa Ana está acogiendo una familia siria y la parroquia de San Pedro, otra.
Mensaje a la comunidad internacional
Leer también: ABC del Papa para acogida de refugiados ante crisis migratoria
El gesto que cumplirá el jueves santo también es un recado para la comunidad internacional. En efecto, la Unión Europea aún no sabe afrontar la crisis humanitaria que involucra a 160 mil refugiados que tocan a su puerta.
Los 26 países discuten para encontrar un nuevo acuerdo para establecer cuotas de asilo entre todos los miembros de la UE y la organización de las fronteras. Un aprieto fronterizo que durará años y que desestabiliza el proyecto europeo.
El problema es tal, que alrededor de 30 mil refugiados e inmigrantes están aprisionados en Grecia a la espera de poder continuar su viaje hacia el norte de Europa, mientras los cables de púas y los bloqueos se intensifican en la frontera con Macedonia, y Turquía pide más dinero a la Unión Europea para afrontar los flujos migratorios.
El Papa explica el lavatorio de los pies
También, el papa Francisco reflexionó, el sábado pasado durante la audiencia jubilar, sobre el gesto de Jesús del lavado de los pies como vía de servicio y testimonio del amor de Dios. “Él, que es Señor, se hace siervo”.
Y eso se traduce en gestos concretos para que la misericordia sea un estilo de vida porque, sostuvo, “el amor es servicio, no palabras, un servicio humilde hecho en el silencio y en lo escondido”.
El amor verdadero implícito en el gesto de Jesús
La mayor parte de los migrantes y aspirantes al asilo viene de países como Siria, Irak, Libia, Túnez. Varias regiones de Oriente Medio se están desintegrando. Europa no.
