La esperanza cristiana es una virtud humilde que nos ayuda a no ahogarnos en las dificultades de la vida. Lo afirmó el papa Francisco en la Misa celebrada el 17 de marzo de 2016 en Santa Marta.
El Pontífice afirmó que la esperanza en el Señor no desilusiona nunca, es fuente de alegría y da paz a nuestro corazón.
Jesús habla con los doctores de la ley y afirma que Abraham “exultó en la esperanza” de ver su día.
La alegría de la esperanza
Papa Francisco ha comenzado a hablar desde la cita del Evangelio para destacar lo fundamental que es la esperanza para la vida del cristiano.
Abraham, ha dicho Francisco, “tuvo sus tentaciones en el camino de la esperanza”, pero creyó y obedeció al Señor y así se puso en camino hacia la tierra prometida.
Hay, por tanto, dice el Papa, “un “hilo de esperanza” que vincula toda la historia de la salvación” y es “fuente de alegría”.
Crece a lo largo de la historia
Esta “alegría de Abraham”, esta esperanza, ha proseguido el Papa, “crece en la historia”. “A veces -ha admitido- se esconde, no se ve. A veces se manifiesta abiertamente”.
Francisco ha citado el ejemplo de Isabel embarazada que exulta de alegría cuando es visitada por su prima María.
Es la “alegría de la presencia de Dios, ha dicho, que camina con su pueblo. Y cuando está la alegría, está la paz. Esta es la virtud de la esperanza: de la alegría a la paz”.
Esta esperanza, ha retomado, “no desilusiona nunca”, ni siquiera en los “momentos de la esclavitud” cuando el pueblo de Dios estaba en tierra extranjera.
La esperanza nos sostiene
Este “hilo de esperanza” comienza con Abraham. “Dios que habla a Abraham”. Y termina con Jesús.
Francisco se ha detenido en las características de esta esperanza. Se puede hablar sobre tener fe y caridad pero es más difícil hablar sobre la esperanza:
La esperanza no decepciona: es silenciosa, humilde y fuerte
Hoy, ha dicho el Papa, “será un buen día para pensar en esto: el mismo Dios que ha llamado a Abraham y lo hecho salir de su tierra sin saber dónde ir, es el mismo Dios que va a la Cruz para cumplir la promesa que hizo”.
Artículo publicado por la edición italiana de Radio Vaticano y traducido por Aleteia