¿Semejanzas ecológicas de Papa Francisco y Leonardo Boff?Cuentan los que saben que el teólogo y filósofo brasileño Leonardo Boff tuvo “algo que ver” en la Encíclica “Laudato Si” del Papa Francisco. Las semejanzas entre alguno de los temas de la Encíclica y un reciente artículo publicado por Boff (“Las cuatro amenazas contra la Casa Común”) dan a conocer esos vínculos.
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Para Boff hay cuatro amenazas que pesan sobre nuestra Casa Común y que “exigen de nosotros especial cuidado”: la visión de la Tierra como objeto de explotación; la proliferación de las armas de destrucción masiva; la falta de agua potable y el calentamiento global.
Explotación y armas
Según el teólogo, autor de 40 libros y conocido por su papel contestatario en puntos de vista sobre el gobierno de la Iglesia y la doctrina con los pobres, la primera amenaza es que la Tierra sea solamente tomada como “objeto de la explotación despiadada con vistas al enriquecimiento”.
“Tal visión, que ha traído beneficios innegables, ha acarreado también un desequilibrio en todos los ecosistemas que ha provocado la actual crisis ecológica generalizada. Con ese afán fueron eliminados pueblos enteros, como en América Latina, se devastó la selva atlántica y, en parte, el cerrado”, recuerda Boff, quien antepone el concepto de “cuidado de la Casa Común” que todos podemos llevar a cabo.
La segunda amenaza consiste en la máquina de muerte de las armas de destrucción masiva: armas químicas, biológicas y nucleares. “Estas armas, que ya están montadas, subraya Boff, pueden destruir toda la vida del planeta de 25 formas diferentes. Como la seguridad nunca es total tenemos que cuidar que no sean usadas en guerras y que los mecanismos de seguridad sean cada vez más estrictos”.
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¿Cómo actuar en contra de esto? Oponiendo “una cultura de paz, de respeto a los derechos de la vida, de la naturaleza y de la Madre Tierra, la distensión y el diálogo entre los pueblos. En vez del gana-pierde, vivir el gana-gana, buscando convergencias en las diversidades. Esto significa crear equilibrio y generar el cuidado”.
Agua potable y calentamiento global
La tercera amenaza es la falta de agua potable es una de las más graves, que ya se está viviendo, y que ha provocado luchas y podría provocar, incluso, guerras. De toda el agua que existe en la Tierra solo el 3 por ciento es agua dulce, el resto es salada. De este 3 por ciento, el 70 por ciento va a la agricultura, el 20 por ciento a la industria y solamente un 10 por ciento va al uso humano. “Es un volumen irrisorio, lo que explica que más de mil millones de personas vivan con insuficiencia de agua potable”, apunta el teólogo brasileño.
En este sentido, para cuidar el agua y su distribución equitativa, Boff resume la acción en reforestar, pues más de la mitad de las selvas húmedas han sido deforestadas, alterando los climas, secando ríos o disminuyendo el agua de los acuíferos.
Finalmente la cuarta gran amenaza que nos acecha en estos tiempos, está representada por el calentamiento creciente de la Tierra. Fruto de la intervención humana y del egoísmo, el dióxido de carbono, el metano y otros gases del proceso industrialista han creado una nube que rodea toda la Tierra y retiene el calor aquí abajo. “Estamos cerca de los 2 grados centígrados. Con esta temperatura todavía se pueden administrar los ciclos de la vida”, resume Boff.
Y expresa que contra el calentamiento global debemos buscar fuentes alternativas de energía, como la solar y la eólica, pues la fósil, el petróleo, el motor de nuestra civilización industrial, produce en gran parte dióxido de carbono. “Tenemos que poner en práctica las distintas erres (r) de la Carta de la Tierra: reducir, reusar y reciclar, reforestar, respetar y rechazar las llamadas al consumo. Todo lo que pueda contaminar el aire debe ser evitado para impedir el calentamiento global.”