Esta niña estadounidense vivirá mañana en el Vaticano una jornada inolvidableEl papa Francisco es, muy especialmente, una de las últimas personas que esta niña desea ver antes de perder la vista por completo.
Esta pequeña estadounidense de 5 años recién cumplidos se enfrenta, desde su nacimiento, a una batalla vana contra una enfermedad genética extremadamente rara, el síndrome de Usher, que la condena a una ceguera inevitable.
Sin embargo, antes de que sus ojos queden velados irremediablemente, el papa Francisco la recibirá en el Vaticano mañana 30 de marzo, la abrazará, le ofrecerá una paternal caricia y le dará ánimos.
La pequeña Elizabeth Myers, Lizzy para los más allegados, vive en su Ohio natal con su hermana de 3 años y sus padres, de origen italiano.
Puesto que la vista de Lizzy se degrada inexorablemente, su familia tomó la decisión de intentar ofrecerle esta entrevista exclusiva con el papa Francisco en el Vaticano, ¡un deseo que la chica había formulado muy a menudo!
El 29 de marzo la pequeña Lizzy llega a Roma en un vuelo dispuesto gratuitamente para la familia por una compañía aérea turca, su sueño se hace realidad.
En la capital italiana, toda la familia recibirá las atenciones de los voluntarios de Unitalsi, una asociación católica de ayuda a peregrinos y enfermos, que es la verdadera columna vertebral de este hermoso proyecto.
Las autoridades del Vaticano indicaron que “el Santo Padre estará encantado de reunirse con la pequeña Lizzy al final de la audiencia del miércoles 30 de marzo”, un privilegio que la estricta ceremonia pontifical reserva, por lo general, únicamente a grandes personalidades.
Por Lizzy, el papa Francisco no se dejará “condicionar” por el protocolo y se reunirá con ella para bendecirla.
Pero ¿por qué una chiquilla de un lejano barrio estadounidense quiere que una de las últimas imágenes captadas por sus enfermos ojos sea la del Papa argentino?
Lo que impresionó a Lizzy, según revelan sus parientes, fueron la sinceridad y el carácter paternal del diálogo del papa Bergoglio con los niños y los jóvenes.
Un sondeo realizado a 150 jóvenes de 19 a 21 y de 27 a 29 años, muestra de forma particular que el papa Francisco es “en términos absolutos la persona en más consonancia con las generaciones jóvenes, más allá de las orientaciones religiosas y políticas”.
Un líder que, no contento únicamente con guiar y renovar la Iglesia católica, también ha revolucionado el lenguaje y la manera de dialogar con unos jóvenes que, según destaca el sondeo, valoran “el estilo, el rechazo de ciertos privilegios, las palabras de misericordia, su proximidad con las personas, la atención hacia los pobres, los enfermos y todos los que sufren”, como la pequeña Lizzy, precisamente, quien dejó atrás su hogar en Ohio para volar al Vaticano, antes de que la oscuridad envuelva definitivamente sus ojos de niña.