En el monasterio de Optina, en Kozelsk, una procesión de gatos es asunto cotidiano
El monasterio ortodoxo de Optina, en Kozelsk, Rusia, celebra a diario una procesión en la que se bendicen los alrededores, lo mismo que a los habitantes del lugar. Es una entre tantas otras costumbres, ritos y tradiciones que forman parte de la rutina diaria de la vida monástica rusa.
Pero el monasterio no está sólo habitado por monjes: diez gatos callejeros han sido adoptados y criados en la comunidad, a cambio de sus habilidades para mantener ciertas alimañas a raya. Y, como es evidente en el video, los felinos parecen haber adoptado como propias algunas de las costumbres de la vida monástica: todas las mañanas acompañan al padre Sergei Kuzmich, y reciben su bendición.
Como se lee en el Libro de Daniel, “criaturas todas del Señor, bendecid al Señor”. Literalmente.