El Papa Francisco en el Sagrado de San Pedro bendijo a la niña norteamericana enferma de un raro mal genéticoEl sueño de Lizzy de seis años se cumplió. Papa Francisco después de la Audiencia General de este miércoles 6 de abril la recibió como un ‘abuelo cariñoso’. Con ella, la familia al completo: el papá Steve, la mamá, Christine y la hermanita de tres años Kayla.
El papa Francisco bendijo la pequeña Elizabeth Myers (Lizzy) de Ohio, EEUU, que sufre de una enfermedad genética rara (Síndrome de Usher – Tipo B), que le causará en pocos años ceguera y sordera. De esta manera, puso sus manos en los ojos, los oídos y boca de la menor.
Un vestido a rayas negras, sin mangas, con un franja verde esperanza en la cintura y zapatos estilo ‘bailarina’, Lizzy reía mientras el Papa se agachaba para hablarle cariñosamente, rezar por ella, acariciar su cabello lacio y unir sus manos en plegaria.
“El Papa rezó por Lizzy, para nosotros fue impresionante, ni en mil años hubiéramos imaginado de ver al Papa, además de toda la amabilidad y la acogida de los italianos”, dijo, Steve Myers durante una conferencia de prensa organizada por la Unitalsi (Unión Nacional Italiana de Transporte de Enfermos a Santuarios de Lourdes e Internacionales) en su sede romana.
Lizzy regaló a Francisco una caja con dentro un objeto raro; un pequeño meteorito que cayó en Ohio, a pocos kilómetros de distancia de su casa. “Ella eligió el regalo”, contó mamá Christine.
“No nos hubiéramos jamás imaginado de poder vivir junto a nuestra hija tanta emoción. Lizzy vive todo esto como un sueño y no sabe lo que está pasando en su cuerpo (de la enfermedad). Es una decisión que hemos tomado para que viva serenamente y tenga tantos momentos bonitos”, contó papá Steve.
La pequeña apenas supo que vendría a Roma, ‘la ciudad del Papa’ – como le explicaron sus padres – manifestó su deseo de visitarle.
Un sueño inocente que para los adultos fue un llamado a hacer lo imposible para que se cumpliera con la ayuda de la asociación Unitalsi, Roma, fundada hace 100 años para acompañar a los enfermos en sus peregrinajes a santuarios marianos.
“Una historia conmovedora – explicó Emanuel Trancalini, presidente de Unitalsi que nos ha involucrado también emotivamente. Hemos trabajado para ayudar a la familia Myers para que encontrara el Pontífice y para apoyar a los padres de Lizzy para que no se sientan solos”.
Sus padres se han esmerado para que Lizzy viva todo con sencillez y naturalidad, y comparten cada momento con ella explicándole cada detalle de este mundo nuevo.
“Ella miraba a cada cosa en los Museos Vaticanos con naturalidad, pero nosotros adultos sabemos lo que pasa y queremos que conserve cada instante como un recuerdo maravilloso”.
La familia estadounidense de origen italiana tiene una ‘lista especial de cosas’ para visitar con Lizzy, a pesar de ser clase media y tener pocos medios.
La niña no participó a la conferencia de prensa después de la audiencia con el Papa, en la que la Unitalsi ha invitado públicamente a la familia Myers a visitar el Santuario mariano de Fátima en octubre 2016. Un peregrinaje pensado para Lizzy y otros niños enfermos.
La familia ha agradecido por la invitación Unitalsi, pero los viajes dependen de muchos factores relacionados a la situación especial de la menor.
Una carrera de la solidaridad se ha movido alrededor del caso de Lizzy, una compañía aérea turca, Turkish Airlines y la Appia Antica Resort se han hecho cargo de su estancia en la capital italiana.
La fantástica aventura de la pequeña la llevó hace unos días al Campidoglio, el prestigioso palacio sede de la alcaldía de Roma. Recibida como un jefe de Estado y al atento de carabineros con uniforme de gala, vivió una historia de misericordia cerrada con broche de oro al abrazar al Obispo vestido de blanco que le susurró al oído una oración para que Dios le sanara.