Negligencia familiar e institucional se encuentran entre los principales motivos Según datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, en el 2015 se cometieron 560 homicidios. Se trata del índice más alto de los últimos años, según los parámetros de Naciones Unidas.
La Conferencia Episcopal de Costa Rica utilizó estos datos como punto de partida de su mensaje denominado ¿Misericordia o violencia?, en ocasión de la última reunión de la Asamblea Ordinaria.
Para ellos, si bien reconocen que en comparación con los países vecinos la cifra es bastante más baja, la principal preocupación pasa porque “un cuarto de estos homicidios están asociados al narcotráfico”.
“También es muy doloroso ver la violencia contra la infancia: en menos de un decenio se ha duplicado. Si en el 2014 el Hospital Nacional de Niños atendió 2400 niños agredidos, en el 2015 tuvo que atender a 3.100”, expresan.
Los obispos también denunciaron los numerosos casos de violencia intrafamiliar, el bullying y las agresiones de las bandas.
“El ineficaz control de la violencia” de parte de las autoridades es otro de los puntos que lamentan los obispos.
Negligencia familiar e institucional
“La negligencia, tanto de parte de las familias, como de parte de algunas instituciones y políticas públicas en Costa Rica, contribuyen con las diferentes expresiones de violencia infantil que se están manifestando en la sociedad costarricense”.
Esta la conclusión a la que llegaron varios especialistas en niñez durante un foro que se desarrolló en 2015, organizado por el Programa Interdisciplinario de Estudios y Acción Social de los Derechos de la Niñez y la Adolescencia (Pridena) de la Universidad de Costa Rica.
En esa oportunidad, el doctor Mariano Rosabal Coto, del Instituto de Investigaciones Psicológicas de la UCR (IIP), indicó que “la sociedad ha visibilizado la violencia como hecho, en detrimento del abordaje de la violencia como condición de vida, como estructura”.
“Los esfuerzos se han centrado en la protección post-facto de niños y niñas víctimas, no en la reeducación de estructuras básicas de las familias; educar contra la negligencia y otro tipo de prácticas no penalizadas, implica orientarse a la prevención.”, indicó.
Por su parte, la catedrática de la Escuela de Orientación de la UCR, Cecilia Villareal, señaló lo siguiente: “Es urgente en Costa Rica una política pública de familia para redimensionar y reabordar la violencia contra nuestra niñez y enfrentar la negligencia tanto familiar como institucional”.
En tanto, otras de las especialistas, coordinadora de Pridena, Carmen Castillo, la exigencia de los padres es clave dentro de la familia para prevenir la violencia infantil. En ese sentido, hace referencia a la negligencia y la indiferencia como inadecuado para la crianza de los hijos.
Misericordia, la clave para la paz
“Proponemos y exhortamos a que ésta (la misericordia) sea cultivada y practicada en todos los ámbitos de la sociedad, para dar, juntos, el paso de la violencia a la paz, de la antifraternidad a la solidaridad. Por misericordia entendemos todo cuanto sea bondad, compasión, ternura, clemencia, ayuda desinteresada, perdón, sensibilidad frente al dolor ajeno, etcétera”, concluyen los obispos en su mensaje.