El Papa Francisco en “Amoris Laetitia”: Padres, orienten a los chicos para que sepan enfrentar riesgos de drogadicciónEl problema mundial de las drogas no se soluciona liberalizándolas. Lo sabe bien el papa Bergoglio que como arzobispo inauguró centros y obras contra el paco, la droga de los pobres en las Villas de Buenos Aires.
La lucha está en apoyar a las familias, que tienen un papel fundamental contra el consumo. Es la posición expuesta por la Santa Sede ante la ONU y sostenida por el papa Francisco también en Amoris Laetitia (AL), exhortación sobre la belleza de la familia.
Abordar los problemas que están en la raíz del abuso; la prevención a través de la educación y la esperanza de un futuro mejor, pidió el representante de la Santa Sede ante la ONU, Bernardito Auza, durante la sesión especial de la Asamblea General reunida en estos días en Nueva York.
“No es la liberalización del consumo de drogas, como se está discutiendo en varias partes de América Latina, lo que podrá reducir la propagación y la influencia de la dependencia química”, dijo el Papa al visitar un hospital franciscano de Río que rehabilita a adictos en 2013.
“La Santa Sede nunca enfatizará jamás lo suficiente la importancia de la familia en las estrategias de prevención, tratamiento, rehabilitación, reinserción y salud“, dijo Auza.
La familia “constituye la verdadera base de la sociedad. Cuando uno de los miembros del núcleo es dependiente, sufre toda la familia”, añadió.
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Los niños con una familia detrás, “por lo general reciben la educación necesaria para decir no a las drogas ilegales”, explicó el enviado de la Santa Sede en la sesión especial abierta por la ONU con el objetivo de definir las políticas mundiales sobre las drogas para los próximos decenios.
Por ende, “los efectos negativos de los abusos de la droga sobre la familia se transmiten a la comunidad, y conducen al final a la desestabilización de la sociedad”, argumentó Auza.
Asimismo, exhortó a la ONU a liderar nuevas estrategias de cooperación internacional que partan de la unión familiar, de esta manera se responde eficazmente al problema global.
¿Dónde están los hijos?, se pregunta el Papa en la exhortación apostólica Amoris Letitia (AL) para señalar el papel que tiene la familia como guía de los más chicos.
Los padres deben orientar y prevenir a los niños y adolescentes para que sepan enfrentar situaciones donde pueda haber riesgos, por ejemplo, de agresiones, de abuso o de drogadicción. Papa Francisco AL (260).
El Papa no habla por “oídas” del problema de las drogas. Los sacerdotes villeros aún hoy en Buenos Aires trabajan contra la difusión del paco o el basuco, hecho a base de cocaína entre los chicos y los jóvenes más pobres debido a su bajo costo.
El arzobispo Bergoglio, que inauguró el 28 de marzo de 2011 un centro barrial de recuperación para jóvenes adictos y una escuela de formación profesional en la Villa 1-11-14 de Buenos Aires, leyó el Evangelio que habla de “construir la casa sobre roca firme y de cómo estos emprendimientos buscan dar apoyo para que la vida sea vivida con dignidad”.
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Consumo de drogas en el mundo
32,4 millones de personas -o el 0,7% de la población adulta del mundo- son consumidores de opioides farmacéuticos y opiáceos como la heroína y el opio. En 2014, la producción potencial mundial de opio alcanzó 7.554 toneladas, el segundo nivel más alto desde la década de 1930.
246 millones de personas -un poco más de 5 por ciento de los mayores de 15 a 64 años en todo el mundo- consumieron una droga ilícita en 2013.
27 millones de personas son consumidores problemáticos de drogas, casi la mitad de los cuales son personas que se inyectan drogas (Fuente ONU – Informe Mundial sobre las Drogas 2015 ).