El rol del cuidador es darle identidad al paciente al que la enfermedad se la robóEn el espacio de Conferencias para la vida presentamos una charla del Dr Carlos Presman “Alzheimer: Acompañar en el deterioro cognitivo” organizada por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) en marzo.
Carlos Presman es un reconocido especialista en gerontología, es doctor en medicina, docente en el Hospital Nacional de Clínicas de la Universidad Nacional de Córdoba y escritor. Sus libros son utilizados como texto de consulta en universidades nacionales y del exterior. Su disertación se dio en el marco de los cursos de capacitación en deterioro cognitivo, alzheimer, que llevan adelante el Ministerio de desarrollo Social de la Nación conjuntamente con la UNC y estuvo destinada a actualizar y profundizar conocimientos sobre el cuidado de las personas afectadas por dicha patología.
“Para que aparezcan síntomas de enfermad de alzheimer o de demencia, gran parte del cerebro tiene que estar roto. Por eso la mayoría de los medicamentos, por no decir todos, no hacen efecto porque si una célula está rota y no funciona por más medicamentos que le pongamos no va a volver a funcionar. Hoy la farmacología está llegando tarde. Los fármacos sí tienen efectos para los cambios de conducta” dijo Presman.
Además el especialista agregó que “por eso adquiere vital importancia primero la prevención de la demencia y segundo cuando la enfermedad está instalada cómo cuidamos para que ese paciente pueda vivir de la mejor manera con su enfermedad”.
“Hoy es una necesidad cada vez más frecuente personas que cuiden a pacientes con alzheimer. Porque las personas viven más, aumentó la expectativa de vida, y es más frecuente tener familiares o conocidos de más de 80 o 90 años. No porque sea una patología asociada al envejecimiento, sino que es más frecuente en los viejos. Envejecer no es enfermarse, envejecer es envejecer y hay cambios propios del envejecimiento. El cerebro envejece como envejecen todos los órganos, pero envejecer no es enfermedad. La enfermedad de demencia o el alzheimer es porque en un cerebro grande es más frecuente, esto no quiere decir que alguien de 40 o 50 años tenga la enfermedad” dijo.
El Dr Presman aclaró que el alzheimer “es una enfermad compleja, difícil y dolorosa, y el rol del cuidador es darle identidad al paciente al que la enfermedad se la robó (…) En el deterioro cognitivo el protagonista de la enfermedad es el paciente, pero el que sufre es la familia porque ven el deterioro del paciente. El paciente no sufre, está desenchufado”.
“El paciente es el que perdió la memoria pero uno tiene la responsabilidad de no olvidarse quién fue esa persona. Por eso el cuidador tiene que darle a esa persona la identidad de persona que él perdió por la enfermedad” aclaró el médico sugiriendo generar los espacios para preguntar a los familiares sobre cómo era el paciente.
¿Qué podemos hacer para que si nos toca el alzheimer no nos agarre mal preparados?
El cerebro es mucho más grande que la web, tiene un montón de conexiones en donde las neuronas se conectan unas con otras en una red bien compleja. Si nosotros no nos podemos comunicar y nos vamos quedando solos nos aislamos. El cerebro tiene la particularidad de la plasticidad neuronal: si uno aprende algo nuevo es como si se estableciera una conexión nueva.
“Aprender cosas nuevas genera nuevas conexiones aún a edades muy avanzadas. No implica conocimiento formal académico, sino aprender algo nuevo que el cerebro no tiene como aprender a cocinar recetas nuevas, un idioma, a pintar o teatro. Cualquier ejercicio que implique un desafío en donde haya que atravesar algo que uno desconoce hace que el cerebro tenga que formar nuevas conexiones” recomendó el médico especialista en gerontología.
Además aclaró que “para prevenir el consejo más importante para no hacer la enfermedad es caminar media hora por circuitos diferentes: paisajes y colores diferentes. Osea que a mi abuelo que tengo que cuidar lo tengo que hacer caminar. Si camina va a conservar el cerebro que tiene y va a diferir en el tiempo la necesidad de llevarlo a un geriátrico”.
Artículo originalmente publicado por Radio María