Ante el Día Mundial de la Libertad de PrensaSin libertad de expresión, sin la defensa del periodismo como modo privilegiado de narrar a la sociedad la forma como puede organizarse y escribir su historia, es imposible la democracia.
Tal es el trasfondo del mensaje que con ocasión de la conmemoración del Día Mundial de la Libertad de Prensa, celebrado ayer 3 de mayo en todo el mundo, la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo llegar a los estados que componen el continente americano.
La CIDH, un organismo dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), instó a los países del continente “a continuar promulgando leyes que permitan el acceso efectivo a la información pública y a propiciar su implementación efectiva y eficiente, de conformidad con los estándares internacionales en la materia.”
En su pronunciamiento, la Relatoría Especial señala la importancia del derecho de acceso a la información pública para la consolidación de la democracia y el ejercicio de otros derechos.
“A pesar de que en las últimas décadas un número significativo de países de la región ha aprobado leyes en materia de acceso a la información pública o ha sancionado reformas al marco jurídico existente para defender este derecho, todavía persisten desafíos a la implementación de las leyes vigentes y aún quedan varios países donde la aprobación de estas normativas está pendiente”, subraya el comunicado de la Relatoría.
Por un debate público vigoroso
El derecho al acceso a la información pública fue reconocida en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, en particular con el objetivo 16.10 que busca “garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales”.
Por su parte, la Relatoría considera que el periodismo “representa una de las manifestaciones más importantes de la libertad de expresión e información.” Sin embargo, en países como Honduras, México o Venezuela, los periodistas sufren un acoso constante tanto de las autoridades como de los grupos criminales.
En México, por ejemplo, durante el primer trimestre de 2016, según la organización internacional Article 19, se registraron 69 agresiones en contra de la prensa y 3 asesinatos. El cuarto se dio en el mes de abril, en Guerrero, en contra del periodista Francisco Pacheco Beltrán cuando salía de su domicilio, en la población turística de Taxco.
Esto implica que la actividad de la prensa –esencial para el funcionamiento de las democracias—se calle, se esconda, sobreviva y no represente un mecanismo que mantenga informada a la sociedad sobre lo que ocurre y sus distintas interpretaciones, “condición necesaria para que el debate público sea fuerte, informado y vigoroso”.
Finalmente, la CIDH, a través de la Relatoría Especial, instó a los estados de la región a “continuar sus esfuerzos para prevenir y proteger a los periodistas en riesgo, investigar las amenazas y actos de violencia, y respetar y garantizar el trabajo de una prensa independiente y crítica como un elemento fundamental para la vigencia de las demás libertades.”