Ubicada en la región central de Capadocia, sus frescos son absolutamente únicos
El pasado mes de febrero, un grupo de arqueólogos dio con una iglesia única, en una ciudadela bajo tierra, excavada en la roca, de aproximadamente mil quinientos años de edad, en Nevsehir, en la región turca central de Capadocia, decorada con frescos nunca antes vistos con escenas de la Ascensión de Jesús, el Juicio Final, la multiplicación de los panes y los peces y varios retratos de santos, apóstoles y profetas.
El hallazgo fue hecho durante las excavaciones y trabajos de limpieza en una ciudad bajo tierra, recientemente descubierta, en medio de un proyecto de renovación urbana en Nevsehir. La iglesia, para más señas, está ubicada dentro de un castillo del siglo V, y se espera que convierta a Capadocia en un centro de peregrinaje para la ortodoxia cristiana, incluso más importante de lo que ya es hoy día.
Semih İstanbulluoğlu, el arqueólogo a la cabeza de los trabajos tanto en la ciudad enterrada como en la iglesia, explica cómo las paredes del templo colapsaron debido a la humedad que se coló bajo tierra por acumulación de nieve y lluvia, pero también aseguró que la reconstrucción de estos muros es parte integral del proyecto de restauración.
Al estar la iglesia llena de tierra, varias partes de los frescos, que se habían despegado de las paredes han tenido que ser buscados uno a uno, para poder rehacer el conjunto original. Ali Aydin, otro miembro del grupo de arqueólogos que trabaja en el sitio, aseguró que han tenido que detener otros trabajos para prevenir que los frescos sufran algún tipo de deterioro. “Esperaremos a que el clima mejore durante la primavera y el verano, para que se evapore la humedad y podamos mover la tierra del sitio con menores riesgos. Hasta ahora, sólo unas pocas pinturas han sido parcialmente recuperadas. Cuando removamos toda la tierra, veremos muchas otras aparecer”.