Quienquiera que tenga un gato, sabe que esto es, más que posible, normal
Mientras revisaba un manuscrito del renacimiento temprano en la Universidad de Sarajevo, Emir O. Filipovic, un asistente de investigación y docencia de la institución, descubrió que varias páginas del texto estaban manchadas con lo que, a todas luces, eran las huellas entintadas de un gato, como se lee en esta nota de National Geographic. De seguro, mientras el copista tomaba un descanso, el gato debe haberse montado en el escritorio, derramó el tarro de tinta y caminó sobre el papel. El equivalente protorrenacentista de tener al gato caminando sobre el teclado del ordenador.
El académico tomó una foto del folio, sólo con intenciones de mostrarla luego a estudiantes y amigos para compartir la curiosidad. La envió a un colega vía Twitter en septiembre de 2012 y, por esos caminos que sólo la web entiende, la imagen se hizo viral un año después.
Si bien la imagen es, en sí misma, un buen meme, lo importante es que esta clase de curiosidades de hecho fomentan el interés de muchos jóvenes (académicos o no) en los estudios medievales y renacentistas.