Los tesoros y esculturas de Thonis-Heracleon y Canopus serán expuestas en Londres a partir de este 19 de mayo
Hay todo un mundo de antiguas ciudades olvidadas y desaparecidas en el fondo del Mediterráneo. Eso, mal que bien, es del dominio público, una especie de secreto a gritos. Pero, sin embargo, cada vez que uno de estos tesoros de la antigüedad emerge, es suficiente para maravillarnos.
En este caso, es el turno del descubrimiento que el arqueólogo francés Franck Goddio hiciese en 2001: la ciudad egipcia sumergida de Thonis-Heracleon, a más de 32 de pies de profundidad, vecina de la también sumergida Canopus, ambas en la desembocadura del Nilo.
Los tesoros recuperados incluyen joyería, piezas ornamentales, utensilios domésticos e, irónicamente, una estatua de casi cinco metros de alta y cinco mil kilos de peso de Hapy, el dios (precisamente) de las inundaciones.
La exposición inaugura a mediados de este mayo, en el Museo Británico, en Londres.