Recordando cómo Estados Unidos “inauguró” el terror nuclear en Japón en 1945Tras derribar el muro de más de 50 años que separaba a Estados Unidos de Cuba, este 27 de mayo, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, hará otra vez historia al convertirse en el primer presidente estadounidense en activo que rendirá homenaje in situ a las víctimas de Hiroshima y Nagasaki.
El 20 de marzo pasado, cuando el Air Force One aterrizó en el aeropuerto internacional José Martí de La Habana, Obama ponía el principio del fin a un embargo comercial (que todavía está vigente) que sostiene Estados Unidos sobre Cuba por más de cinco décadas.
Ahora tomará rumbo a Japón para visitar la ciudad de Hiroshima y recordar, junto con el primer ministro japonés Shinzo Abe, aquel 6 de agosto de 1945 en el que Estados Unidos “inauguró” el terror nuclear arrojando desde el “Enola Gay” -un avión bombardero Boeing B-29 Superfortress—la bomba atómica (llamada “Little boy”) que mató, en un instante (eran las 8:15 de la mañana) a 70.000 seres humanos.
Tres días más tarde se lanzó otra bomba atómica en la ciudad de Nagasaki, aunque los resultados no fueron tan letales como los que se dieron en Hiroshima, en donde por lo menos otras 70.000 personas resultaron heridas y murieron por los efectos colaterales de la explosión.
El ataque, ordenado por el presidente Harry Truman, tuvo lugar luego del rechazo de Japón a aceptar una rendición incondicional ante las fuerzas aliadas y cuatro años después del ataque nipón a Pearl Harbor.
El 15 de agosto –9 días más tarde del ataque a Hiroshima- Japón anunció su rendición incondicional, con lo cual se daba por concluida la Segunda Guerra Mundial.
La visita de Obama a Japón, “pondrá en relieve su continuo compromiso de buscar la paz y la seguridad de un mundo sin armas nucleares”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest.
Como también sucedió en Cuba, la visita de Obama a Hiroshima viene precedida del viaje que había hecho ya el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry el pasado mes de abril, en la que arregló el encuentro entre Obama y Abe para enfrentar esta ceremonia de recuerdo y reconciliación.
La visita a Hiroshima forma parte de una gira presidencial anunciada por la Casa Blanca del 21 al 28 de mayo por Vietnam y Japón, en el marco de la estrategia de Obama de fortalecer los lazos diplomáticos, económicos y de seguridad con ambos países contra los cuales Estados Unidos ha sostenido guerras.
Sin embargo, Obama no prevé pedir perdón durante el viaje. “No revisará la decisión sobre el uso de la bomba atómica al final de la Segunda Guerra Mundial”, escribió el asesor de Obama Ben Rhodes en Medium, sino que recordará a los muertos y “el tremendo y devastador coste humano de la guerra”.