A aproximadamente 22 millas del centro de Juneau, la ciudad más cercana, el Santuario de Santa Teresa del Niño Jesús –también conocida como Teresita de Lisieux- ha dado la bienvenida a peregrinos y visitantes (curiosamente, no exclusivamente católicos, como señala su website) por más de setenta y cinco años.
Ubicada en un área de belleza excepcional (donde incluso se puede ver la aurora boreal en invierno), el Santuario es un lugar de refugio espiritual adscrito a la diócesis de Juneau, de la cual Santa Teresita es patrona, como lo es además de todo el estado de Alaska. Su fundador, el padre William G. LeVasseur, SJ, lo concibió desde el principio como un lugar de búsqueda y encuentro espiritual en la soledad de la naturaleza y a orillas del océano. Ofrecen alojamiento en varias cabañas que el peregrino puede escoger dependiendo de sus necesidades.
Si desea conocer el lugar y hacer alguna reservación (incluso si toma algún crucero hacia Alaska, que se detenga en Juneau, como suele suceder), puede revisar este enlace, para mayor información.