El filósofo, quien habría muerto en el 322 antes de Cristo en Calcis, en la isla de Eubea, se suponía enterrado en esa misma localidad.
“Si tienes que preguntar quién es El Filósofo” –dice el dicho- “no eres Tomista”. Pues bien, para aquellos que carecemos de suficiente entrenamiento en filosofía escolástica, “El Filósofo” es Aristóteles, el laureado discípulo de Platón, nacido en Estagira, en la region central de Macedonia, en el año 384 antes de Cristo.
La muerte de Aristóteles, señalan fuentes de la época, ocurrió en Calcis, en la isla de Eubea, y desde entonces se supuso que el filósofo estaría enterrado allí. Sin embargo, otras dos fuentes señalan que, al tiempo, sus cenizas fueron trasladadas a su Estagira natal, donde un grupo de investigadores han pasado más de veinte años excavando, hasta que han dado con la que, aseguran, es la tumba del filósofo, según se lee en el Greek Reporter.
Se trata de un domo de aproximadamente diez metros de alto, con vistas de 360 grados (lo cual da a entender la importancia del personaje allí enterrado), con un piso de mármol que ha sido datado como del período Helenístico. Un corredor que conducía a la entrada de la tumba fue destruido por los bizantinos, que construyeron una torre sobre él.
El descubrimiento fue formalmente anunciado en el Congreso Mundial por los 2400 años del natalicio de Aristóteles, en Tesalónica, Grecia.