separateurCreated with Sketch.

“La Capilla Sixtina de Pittsburgh”: los murales de Maxo Vanka en la Iglesia Croata de San Nicolás

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Daniel Esparza - publicado el 02/06/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

Una profunda combinación de iconografía cristiana tradicional y política del siglo XX

Maximiliano “Maxo” Vanka nació en 1889, cuando Croacia todavía era parte del Imperio Austrohúngaro. A pesar de ser supuestamente hijo natural de un noble de la casa de Habsburgo, fue criado por campesinos hasta que su abuela lo recibió en la familia a la edad de ocho años.

“Maxo” estudió arte en Zagreb y Bruselas y se graduó con altos honores en 1914, el año en el que  la Primera Guerra Mundial estalló. Durante el conflicto, se unió a la Cruz Roja belga.

“Maxo” estudió arte en Zagreb y Bruselas y se graduó con altos honores en 1914, el año en el que la Primera Guerra Mundial estalló. Durante el conflicto, se unió a la Cruz Roja belga.

Estando en el Frente Occidental fue testigo de  varios de los peores horrores de la guerra y a los pocos años de volver, en 1920, ya era uno de los pintores más conocidos de la antigua Yugoslavia pero, en 1934, al ver el fascismo avanzar y fortalecerse en Europa, emigró a los Estados Unidos.

La iglesia católica de San Nicolás en Millvale, Pensilvania, fue la primera iglesia croata en los Estados Unidos.

La iglesia católica de San Nicolás en Millvale, Pensilvania, fue la primera iglesia croata en los Estados Unidos.

La iglesia católica de San Nicolás en Millvale, Pensilvania, fue la primera iglesia croata en los Estados Unidos.

Vanka, aunque se consideraba a sí mismo “espiritual”, distaba mucho de ser un católico practicante.

Además, era simpatizante de las políticas del socialismo europeo, y se casó con la hija de un cirujano judío de Nueva York.

Evidentemente, cuando el padre Albert Zagar, el párroco de San Nicolás, le encargó pintar una serie de murales para la iglesia, fue una elección bastante poco ortodoxa.

Vanka comenzó a trabajar en los murales de lo que ha recibido el apodo de “la Capilla Sixtina de Pittsburgh” entre abril y junio de 1937, y volvió a trabajar en ellos en el verano de 1941

Vanka comenzó a trabajar en los murales de lo que ha recibido el apodo de “la Capilla Sixtina de Pittsburgh” entre abril y junio de 1937, y volvió a trabajar en ellos en el verano de 1941

Vanka comenzó a trabajar en los murales de lo que ha recibido el apodo de “la Capilla Sixtina de Pittsburgh” entre abril y junio de 1937, y volvió a trabajar en ellos en el verano de 1941, unos meses antes de que los Estados Unidos entrasen en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque la iconografía tradicional cristiana está presente en su obra, “Maxo” se las arregló para tejer en ella, además, los horrores de la pobreza, la explotación humana, y los males de la guerra y el genocidio.

Su trabajo estuvo perdido durante años debido a la contaminación y ciertas dosis de abandono: el aire sucio de Pittsburgh y la falta de aire acondicionado en el interior de la iglesia cubrió el trabajo de Vanka con una pátina oscura, hasta el punto de que algunos feligreses ni siquiera eran conscientes de que había murales en su iglesia parroquial.

Su trabajo estuvo perdido durante años debido a la contaminación y ciertas dosis de abandono: el aire sucio de Pittsburgh y la falta de aire acondicionado en el interior de la iglesia cubrió el trabajo de Vanka con una pátina oscura, hasta el punto de que algunos feligreses ni siquiera eran conscientes de que había murales en su iglesia parroquial.

Su trabajo estuvo perdido durante años debido a la contaminación y ciertas dosis de abandono: el aire sucio de Pittsburgh y la falta de aire acondicionado en el interior de la iglesia cubrió el trabajo de Vanka con una pátina oscura, hasta el punto de que algunos feligreses ni siquiera eran conscientes de que había murales en su iglesia parroquial.

Actualmente, un grupo de profesionales de la restauración están trabajando en estas históricas pinturas, una asombrosa puesta en escena del encuentro de la fe, justicia social, política, los testimonios de sufrimiento humano y el arte.

En poco tiempo, esta iglesia podría convertirse en uno de los destinos turísticos predilectos de Pittsburgh.

En poco tiempo, esta iglesia podría convertirse en uno de los destinos turísticos predilectos de Pittsburgh.

En poco tiempo, esta iglesia podría convertirse en uno de los destinos turísticos predilectos de Pittsburgh.

Con información de Atlas Obscura

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.