Laudato Sí defiende especies marinas y el Patriarca ‘Verde’ apoya el Día Mundial de los Océanos“La contaminación que produce el dióxido de carbono aumenta la acidez de los océanos y compromete la cadena alimentaria marina”, ha manifestado papa Francisco en la Encíclica Laudato Si’, a propósito del Día Mundial de los Océanos, que se celebra cada 8 de junio.
Instituida hace ocho años por la ONU, el lema de la jornada 2016 es: “Océanos sanos, planeta sano”. Al respecto, el Pontífice nos recuerda que los océanos no sólo “contienen la mayor parte del agua del planeta, sino también la mayor parte de la vasta variedad de seres vivientes, muchos de ellos (….) amenazados por diversas causas”.
Por otra parte, en la primera Encíclica social en la historia de la iglesia dedicada al tema del cuidado de la casa común (24 mayo 2015), Francisco se ocupa de la depredación de la pesca en los océanos y también en los ríos, lagos y mares.
La vida depende del agua de esas fuentes y alimenta a gran parte de la población mundial. Por ello, denuncia que cada día la vida está amenazada por “el descontrol en la extracción de los recursos pesqueros, que provoca disminuciones drásticas de algunas especies”.
Al lado de ello, denuncia la sobrepesca, es decir aquella excesiva realizada por el humano con redes abisales y de arrastre. “Todavía siguen desarrollándose formas selectivas de pesca que desperdician gran parte de las especies recogidas” (40).
Al firmar que se atenta “contra cierta formas de plancton”, el Papa ha manifestado su preocupación por organismos marinos amenazados y pocos conocidos por el grande público.
Además, porque “constituyen un componente muy importante en la cadena alimentaria marina, y de las cuales dependen, en definitiva, especies que utilizamos para alimentarnos”.
El ecumenismo por los océanos y el ambiente
Por su parte, Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla en el mensaje publicado en la víspera del Día Mundial de los Océanos, constató que incluso los más “elementales derechos humanos están en riesgo cuando no se respeta la salud de los océanos”.
Bartolomé, como Francisco, subrayó que no cuidar de los océanos pone a riesgo la relación entre actividades ambientales y las terribles condiciones de vida de la población del mundo, en particular se preocupa de los más pobres y más vulnerables.
Los medios de comunicación también han apodado a Bartolomé I, el “Patriarca Verde”. Cabe recordar que la encíclica de papa Francisco nace todavía de un intercambio con el líder ortodoxo y de la constatación de que se necesitaba un nuevo documento desde la doctrina de social de la iglesia.
El obispo de Roma ha hecho un trabajo doctrinal y de investigación muy cuidadoso apoyado por el Pontificio Consejo Justicia y Paz, e igualmente Bartolomé I ha sido un punto de referencia como experto destacado en ámbito cristiano-ortodoxo sobre la protección del ambiente y autor de varios documentos al respecto.
Bartolomé I, recuerda los desafíos del desarrollo industrial y, en particular, la dependencia de los combustibles fósiles que constituye “una amenaza continua para la vida y el equilibrio de la creación”.
De hecho, todo esto “siempre favorece el aumento de los niveles de gases de efecto invernadero, que a su vez contaminan irreversiblemente la atmósfera de la tierra y constituye la creación de las condiciones que permiten el cambio climático”, abundó.
¿Por qué celebramos el Día Mundial de los Océanos?
- Para recordar a todo el mundo el gran papel que los océanos juegan en nuestras vidas. Son los pulmones de nuestro planeta, que generan la mayoría del oxígeno que respiramos.
- Para informar a la opinión pública de las consecuencias que la actividad humana tiene para los océanos.
- Para poner en marcha un movimiento mundial ciudadano a favor de los océanos.
- Para movilizar y unir a la población mundial entorno al objetivo de la gestión sostenible de los océanos. Son una fuente importante de alimentos y medicinas, y una parte esencial de la biosfera.
- Para celebrar juntos la belleza, la riqueza y el potencial de los océanos.