En la audiencia general explica que en la vida cristiana hay lugar para la celebración “No vino, no fiesta”, parecería un eslogan de una publicidad. En cambio, el papa Francisco utiliza la imagen evangélica del vino para subrayar la alegría cristiana de celebrar la vida y sus mejores momentos: las bodas, los nacimientos, los bautismos, la graduación, entre otras ocasiones especiales.
“Una fiesta donde falta el vino, los recién casados se avergüenzan de esto. Imagínense ustedes terminar la fiesta bebiendo té”, reiteró el papa Francisco en la catequesis de este miércoles 8 de junio en el Vaticano.
En la serie de catequesis sobre la misericordia, el Obispo de Roma explicó que a Jesús le gusta la fiesta, la familia, la boda. Y describió que Él viene a santificar con su presencia tanto las fiestas y las convivencias familiares, como la unión conyugal.
“En las bodas de Caná (Juan 2, 1-12), Jesús comienza sus signos y “se manifiesta como esposo del Pueblo de Dios, y nos une a él con una nueva alianza de amor, que nosotros, su familia, tenemos que custodiar y extender a todos”.
En este sentido, antes de iniciar la catequesis, el Pontífice saludó a una pareja que celebró 50 años de matrimonio y les puso como ejemplo para los esposos más jóvenes ante 20 mil fieles y peregrinos presentes en la plaza de San Pedro.
“Este sí que es el vino bueno de la familia. El vuestro es un testimonio para los recién casados, los jóvenes deben aprender. Gracias por vuestro testimonio”, dijo Bergoglio.
Luego presentó a María, madre de Jesús, que tiene fe en su hijo como ejemplo para todos, además evidenció que Jesús atiende la oración de María.
“María avisa a Jesús de que falta el vino, este es un elemento típico del banquete mesiánico y simboliza la abundancia del banquete y la alegría de la fiesta”, añadió.
A Jesús le gusta la fiesta alrededor del amor conyugal
En efecto, Jesús cuenta varias parábolas de bodas donde remarca la alegría de la vida cristiana.
“Por eso Jesús, al convertir el agua de las purificaciones rituales en vino nuevo, realiza un gesto elocuente: transforma la ley de Moisés en Evangelio portador de alegría”, confirmó.
Generosidad (600 litros)
Por otra parte, expuso las palabras de María: “hagan todo lo que Él les diga” (Juan 2, 1-12)”. En ello, “confían una nueva misión a la Iglesia, y configuran el programa de vida cristiano, que se concreta en servir al Señor, escuchando su Palabra y poniéndola en práctica”.
El Pontífice exhortó a acercarse a Jesús para “tomar de esta fuente el vino bueno de la salvación, que nunca deja de brotar del costado traspasado de Cristo”.
Por último, les invitó a “que recibiendo del corazón de Jesús la gracia que nos salva, hagamos de nuestra vida cristiana una continua respuesta de amor a Dios”.
Un minuto por la paz
Y en idioma italiano, invitó a los fieles y peregrinos a unirse a la iniciativa Un minuto por la paz organizada por la Acción Católica Italiana, la Acción Católica Argentina y la Comisión nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal Argentina.
El Pontífice recordó que esta iniciativa de rezar por la paz coincide con el segundo aniversario del encuentro de oración celebrado por él en el Vaticano junto al presidente israelí Simón Peres y al presidente palestino para invocar el don de la paz.
De esta manera, las primeras en rezar por la paz fueron las Islas Tonga: cuando las mujeres de la UMOFC (Unión de las organizaciones femeninas católicas) se detuvieron en actitud de recogimiento a las 13 horas, el 8 de junio, en la capital, Nuku’alofa.
Otras naciones y asociaciones católicas se unirán también en plegaria cuando este miércoles el reloj local marque las 13 horas.
La invitación incansable de rezar -pila para el cristiano- por la paz está dirigida a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para detenerse durante un minuto para rezar por la paz, sea en el trabajo, en la calle o en casa.
Fotos del día
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