Lima es una de las ciudades del mundo donde hay que pagar más por acceder al agua Todas las mañanas Lydia desafía la ley de la gravedad. Cual equilibrista sube baldes repletos de agua hacia la cima de una colina. No se trata de un concurso ni una maratón, sino más bien de la lucha de esta mujer por llevar el líquido elemento a la mesa de su hogar.
No todos en Perú gozan de este servicio. En Lima es aún un privilegio de los que no viven sobre las faldas de los cerros, en las periferias de esta ciudad.
Como los miembros de la familia Sevillano, quienes al igual que sus vecinos del asentamiento “Nueva Rinconada” deben pagar fuertes sumas de dinero por recibir el líquido elemento de los caños o grifos.
Los que menos tienen pagan más, es la regla. Para quienes el agua no les llega del caño, sino de los tanques donde queda almacenada en la zona baja del cerro, la tarifa es tres veces más.
Una familia de bajos recursos debe pagar 10 veces más por el agua que una que vive en una zona residencial.
El agua no llega a todos
La desigualdad se hace cada vez más evidente, al analizar la escasez del agua, en la ciudad capital del país peruano. Sin duda al término de la campaña electoral el tema debe ser atendido por el próximo presidente.
Algunos organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, vienen llevando a cabo reuniones anuales en Lima, para atender la brecha que se hace más profunda y tiende a arraigarse en el Perú.
No solamente la desigualdad existe al distribuir el agua para su consumo. Según las cifras de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), se estima que la cuenca del Atlántico recibe en promedio el 97,2% del volumen del agua del país; el organismo advierte que es justamente la región de la selva peruana la que tiene menor acceso al agua potable.
Según el informe del Sistema Nacional de Información Ambiental (SINIA) en el año 2013 en Loreto, la región con mayor cantidad de territorio, sólo el 51% de sus habitantes tenía agua potable.
El interior de Perú sin agua
El mismo informe indica que los departamentos que cuentan con mayor cantidad de ciudadanos que tienen acceso al agua son Tacna (93%), Ancash (93,8%), Moquegua (96%) y el Callao (94,6%).
Mientras tanto Cajamarca (55%), Pasco ( 57,1%), y Ucayali (58,2) son las regiones que cuentan con menor cantidad de ciudadanos que tienen acceso al líquido elemento.
El informe indica que en Lima, ciudad capital, existe un 8% que no tiene acceso al agua potable. Con este documento la FAO señala otra realidad alarmante: debido a la contaminación de la industria minera ilegal la calidad del agua ha ido disminuyendo.
De los 62 ríos costeros que se encuentran en el litoral limeño, 16 están parcialmente contaminados con plomo, magnesio y hierro (a causa principalmente de la minería ilegal).
La falta de agua divide
En el día a día cada vez son más las familias que se ven obligadas a esta forma de vivir con el agua escaseada, mientras que alrededor del cerro se establece una zona residencial, Las Casuarinas, donde las piscinas permanecen llenas en la temporada de verano y los grifos de las casas gotean después del lavado.
Además de invertir dinero en el líquido elemento se suma a esta faena el desgaste físico y el tiempo que se toma la persona al poner el agua de los tanques, tiempo que muy bien pudiera ser utilizado en un puesto de trabajo.
Existe una fecha para celebrar el día del agua en el mundo. Desde 1993 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó que fuera cada 22 de marzo. Un día para reflexionar sobre esta situación.