Un motivo común de la decoración de los márgenes de manuscritos de los siglos XIII y XIV es un misterio aún sin resolver
Es sorprendentemente común encontrar, en los espacios de los márgenes de los manuscritos ingleses de los siglos XIII y XIV, series de bocetos, anotaciones e, incluso, garabatos.
También abundan los clásicos motivos de decoración recurrentes, con significados precisos, conocidos por todos, pertenecientes a las tradiciones iconográficas cristiana o precristiana.
Y, de cuando en cuando, alguna rareza que mantiene a los especialistas en vilo, como el caso de los valientes caballeros armados peleando contra caracoles.
La escena épica del combate del caracol contra el caballero es inusualmente común en los manuscritos medievales ingleses, comenta el Insituto Smithsoniano.
Pero el hecho de que sea tan común no quiere decir que estas escenas dejen de ser extrañísimas, prácticamente indescifrables. Nadie sabe, a ciencia cierta, qué significan.
La Biblioteca Británica apunta que algunos académicos han apuntado que la escena podría representar la Resurrección de Cristo: en 1850, el bibliófilo Comte de Bastard dijo haber encontrado, en un manuscrito inglés, dos de estas miniaturas rodeando una imagen de la escena en la que Jesús revive a Lázaro.
La historiadora Lilian Randall, por su parte, dice que se trata de una representación de los lombardos, “un grupo vilipendiado en la Edad Media por su comportamiento traicionero, por usureros y por mantener un comportamiento no caballeresco, en general”.
El contraste entre el caballero y el caracol daría cuenta de las diferencias entre unos y otros.
Pero estos valientes caracoles podrían ser también un comentario sobre la opresión social (representando el enfrentamiento entre pobres y aristócratas); un apunte sobre los caracoles en los jardines, considerados una peste que habría que combatir; un símbolo de las pasiones bajas (que se arrastran por el piso); un contraste entre la sabiduría de la naturaleza (que dota a sus criaturas de una armadura natural) y la humana.
O simplemente podría ser una caricatura, una sencilla muestra humor medieval: después de todo, ver a un caballero con miedo de atacar a un oponente como un caracol, no deja de ser gracioso.
O quizás se trate de algo menos cómico, como la inevitabilidad de la muerte: la medievalista Lisa Spangenberg dice que “el caracol combatiendo al caballero armado es una representación gráfica del Salmo 58: “como el caracol, que se disuelve según se arrastra, como los que nacen muertos, que nunca ven el sol”.