Mensaje del Pontífice al VI Congreso Mundial contra la pena de muerte que se celebra en Oslo, Noruega
“No hay que olvidar que el derecho inviolable a la vida, don de Dios, pertenece también al criminal”. Lo afirma el papa Francisco en el video-mensaje enviado al VI Congreso Mundial contra la Pena de Muerte publicado este martes 21 de junio.
El criminal tiene derecho a la vida y a una justicia que no se vuelva una tortura.
Francisco indica que la justicia penal debe estar “abierta a la esperanza de reinserción del culpable en la sociedad”. Lo dijo en el contexto del Congreso que se lleva a cabo en la ciudad de Oslo (Noruega) desde el lunes y que concluye este jueves.
El Papa contradijo la posición de la política de los sistemas penales sin programas reeducativos y volcados al encierro punitivo. “Una pena clausurada en sí misma, que no dé lugar a la esperanza, es una tortura, no es una pena”.
Para el Papa, representa un signo de esperanza “el desarrollo en la opinión pública de una creciente oposición a la pena de muerte, incluso como una herramienta de legítima defensa social”.
Nada justifica la pena de muerte
De esta manera, reitera que “hoy día la pena de muerte es inadmisible, por muy grave que haya sido el delito del condenado”.
“Es una ofensa a la inviolabilidad de la vida y a la dignidad de la persona humana que contradice el designio de Dios sobre el hombre y la sociedad y su justicia misericordiosa, e impide cumplir con cualquier finalidad justa de las penas”, explica.
Pena de muerte no hace justicia a las victimas
Francisco constata que la pena de muerte “no hace justicia a las víctimas, sino que fomenta la venganza. El mandamiento ‘no matarás’ tiene valor absoluto y abarca tanto a los inocentes como a los culpables”.
Consciente de la realidad en las cárceles, el Obispo de Roma, que suele incluir en sus viajes pastorales la visita a algún centro penitenciario, advierte que más allá de trabajar en la abolición de la pena de muerte, hay que también mejorar las condiciones de reclusión.
Justicia de la esperanza
Por ello, retoma el tema de la reeducación en las cárceles. “Hacer justicia” no significa que se deba buscar el castigo por sí mismo, sino que las penas tengan como finalidad fundamental la reeducación del delincuente”.
Jubileo de la Misericordia sin pena de muerte
El Pontífice apenas unos meses después de iniciar el Año de la Misericordia ya reiteró su anhelo de que se impulse la abolición de la pena de muerte (21.02.2016).
En efecto, el Obispo de Roma en varias ocasiones ha apelado a las conciencias de los gobernantes, en especial a los católicos, para una moratoria de la pena capital en el Jubileo Extraordinario de la Misericordia.
Congreso Mundial
El Sucesor de Pedro defiende “un mundo libre de la pena de muerte”.
Por ello, en sus agradecimientos destaca el aporte de Noruega, país que acoge el Congreso mundial, y el compromiso demostrado, con su presencia en la cita, por los representantes de Gobiernos, de las Organizaciones Internacionales y de la sociedad civil.
El VI Congreso Mundial contra la Pena de Muerte es promovido por la ONG francesa Ensemble contre la peine de mort y por la World Coalition Against Death Penalty, a la que pertenecen alrededor de 140 asociaciones de todo el mundo.
El encuentro se lleva a cabo cada tres años. La primera edición fue en Estrasburgo en 2001.
140 países han abolido la pena de muerte
Con base en los datos de Amnistía Internacional, 140 países han abolido la pena de muerte; los últimos, en 2015, fueron la República Democrática del Congo, las Fiji, Madagascar y Surinam.
El año pasado, por lo menos 1.643 personas fueron ajusticiadas en 25 diferentes países.