La Iglesia celebra tres cumpleaños en el año, el de Jesús, el de María y el de san Juan Bautista. La causa es que estos tres nacimientos se produjeron sin la mácula del pecado original.
La devoción ha establecido la creencia (aunque no ha sido afirmado dogmáticamente) de que san Juan quedó limpio del pecado original en el vientre materno cuando “saltó de alegría” al escuchar la voz de María (cf. Lucas 1:44).
El cumpleaños de san Juan se celebra el 24 de junio, tres meses después de la Anunciación y seis meses antes del nacimiento de Cristo.
La fiesta coincide con el solsticio de verano, en la época del año en que los días son más largos.
San Juan Bautista, el solsticio y el fuego
Sin embargo, tras la celebración del cumpleaños de san Juan, los días se van acortando progresivamente hasta el solsticio de invierno, alrededor del 25 de diciembre, cuando los días empiezan a alargarse de nuevo.
El hecho se corresponde con las palabras de san Juan Bautista: "Es necesario que él crezca, y que yo disminuya".
Una de las muchas celebraciones tradicionales que se asocian con el cumpleaños de san Juan es la bendición de una hoguera durante la noche anterior. Se hace para conmemorar las palabras de Zacarías en el Benedictus:
"Por la entrañable misericordia de nuestro Dios,
con que nos visitó desde lo alto la aurora
para dar luz a los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte,
para encaminar nuestros pies por camino de paz" (Lucas 1, 78-79).
San Juan a menudo es considerado la luz que brilla sobre las tinieblas, que señala hacia la verdadera luz del mundo, Jesucristo.
Bendición de hogueras
En muchas partes del mundo, es tradición celebrar una fiesta alrededor de una hoguera y que un sacerdote bendiga el fuego.
A veces, hay personas que queman viejos objetos para simbolizar la transición o el final de la Antigua Ley y dejar paso a la Nueva Ley en Cristo.
También es el momento apropiado para quemar viejos sacramentales que ya no tengan uso (como viejos escapularios), ya que el fuego es uno de los métodos aprobados para desechar artículos bendecidos.
Aquí hay una oración para bendecir una hoguera, que debería decir un sacerdote, aunque un seglar podría recitar las palabras en ausencia de un sacerdote para ayudar a los presentes a entender la conexión entre la hoguera y san Juan Bautista:
Oración
Sacerdote: El auxilio nos viene del Señor.
Todos: Que ha creado el cielo y de la tierra.
Sacerdote: Que el Señor esté con vosotros.
Todos: Y con tu Espíritu.
Oremos.
Señor Dios, Padre todopoderoso, luz que nunca falla y fuente de toda luz, santifica + este fuego nuevo y concédenos que, después de las tinieblas de esta vida, lleguemos limpios a ti, que eres luz eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén.
El fuego se rocía con agua bendita; a continuación el clero y el pueblo cantan el himno Ut queant laxis.
S: Hubo un hombre enviado por Dios.
Todos: El cual se llamaba Juan.
Oremos. Dios, que con motivo del nacimiento del bendito Juan hizo este día digno de alabanza, concede a tu pueblo la gracia de la dicha espiritual y mantén los corazones de tus fieles en el buen camino que lleva a la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.
Todos: Amén.