Tras una decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos, La palabra que se repetía mil veces al final de esta semana, entre las organizaciones de activistas a favor de los derechos de los inmigrantes indocumentados que viven y trabajan en Estados Unidos, es una sola: “decepción”.
Decepción porque la Corte Suprema anunció un empate técnico sobre los programas de alivio migratorio propuestos por el presidente Barack Obama y a través de los cuales 5 millones de indocumentados esperaban salir de la sombra en la que viven y obtener permisos de trabajo temporal, por lo menos.
Los programas de alivio migratorio fueron enviados por la Corte Suprema al Quinto Distrito de Apelaciones, con sede en Nueva Orleans, y se estima que ya no podrán ser liberados en lo que resta de la segunda administración federal del presidente Obama.
Los activistas pro-derechos de los inmigrantes anunciaron que, no obstante esta dolorosa decisión (o indecisión) habrán de seguir la lucha con dos lemas preponderantes: “Justicia y dignidad para los migrantes” y “Protejan a nuestras familias”.
El conocido periodista mexicano Jorge Ramos dijo: “Creo que va a ser uno de los días más difíciles para los migrantes aquí en Estados Unidos”.
Más adelante, escribió Ramos: “La decisión de la Corte Suprema se da, por pura casualidad, el mismo día que la Gran Bretaña votó para salirse de la Unión Europea. Hay días en que el miedo gana”.
Fallo desgarrador
El empate técnico 4-4 en la Corte Suprema motivó que el presidente Obama también se dijera “decepcionado” con “el desgarrador fallo” y sugirió, en plena batalla electoral, que ese era “el resultado de la intransigencia republicana”. Mientras que Hillary Clinton, con un tuit en español también habló de un “desgarrador fallo” y subrayó que esto “podría separar a 5 millones de familias en riesgo de deportación”.
El desencanto, la ira y el temor se desataron entre las comunidades de inmigrantes en el país que veían con esperanza la aceptación de las medidas impulsadas por Obama en noviembre de 2014 para otorgar legalidad temporal a padres de ciudadanos y residentes que ya tienen papeles y que ingresaron a Estados Unidos como menores de edad, y a sus familias (el DAPA).
Eric Garetti, alcalde de Los Ángeles, la ciudad con mayor diversidad racial de la Unión Americana, dijo que el fallo “profundiza” la incertidumbre de las familias por el riesgo de separación. “No importa lo que pase en Washington, la ciudad de Los Ángeles permanece comprometida en apoyar a todas las familias, sin importar su estatus migratorio o país de origen”.