La festividad de San Pedro sigue vigente aún en un contexto de adversidad“Esta fiesta ya tiene 120 años y hoy iniciamos en la Caleta El Membrillo y paralelamente en Caleta Portales todas las celebraciones y misas para reunir a los que han venido a compartir esta fiesta con nosotros”, indicó el alcalde de Valparaíso, Jorge Castro (UDI), en diálogo con La Tercera de Chile.
La celebración de los pescadores chilenos ya es toda una tradición. Todos los años se congregan en diferentes caletas (parte pequeña del mar que entra en tierra) al son de diferentes eventos que incluyen celebraciones religiosas en todo el país.
Durante la festividad, los pescadores “agradecen al santo por velar por la seguridad en la faena y le piden una abundante pesca para el año”, publica el Sistema de Información para la Gestión Patrimonial (SIPGA) de Chile.
Si bien este homenaje se lleva a cabo habitualmente el día 29 de junio, y en cierta medida tiene mucho de religiosidad popular, en la región de Valparaíso se adelantó y se realizó este domingo.
En ese sentido, el obispo de esa región, Gonzalo Duarte, presidió la misa, y posteriormente la imagen del patrono de los pescadores se trasladó hasta el Muelle Prat, lugar en el que fue recibido por los pescadores y sus familias. En la fiesta participaron más de 5.000 personas.
“Es que el evento es de gran importancia para los pescadores”, contó a La Tercera el organizador del evento, Carlos Castro. “Es de una gran importancia para nosotros, tanto como el Año Nuevo en el Mar, por la cantidad de gente que se suma, entre vecinos, familia y turistas”.
Procesiones marítimas, merluza frita, agradecimiento, son algunos de los ingredientes más representativos de esta festividad.
San Pedro se portó bien
“San Pedro se ha portado bien y se sigue portando bien, porque se va a realizar la festividad tal como otros años, sin problemas de marejadas ni lluvias. Estamos sumamente contentos porque, además, podemos degustar tal como queríamos la merluza frita y por el mismo precio que el año anterior”, expresó a La Tercera Manuel Cisternas, presidente de Caleta El Membrillo.
Un año particular
Esta fiesta llega este año en el marco de un contexto un tanto desfavorable para los pescadores chilenos, pues desde comienzos de años el fenómeno de la marea roja generó preocupación en los pescadores artesanales que veían amenazados sus puestos de trabajo.
Incluso, la situación llevó a que desde el Gobierno se declarara alerta sanitaria y una zona de catástrofe en la región de Los Lagos. Por esto se prohibió la extracción de mariscos al menos hasta el 20 de julio.
La medida generó malestar entre los pescadores, que llegaron a protestar con cortes de rutas, etcétera.
La zona más afectada fue Chiloé, un archipiélago ubicado al sur. A todo esto se sumó un desastre ambiental cerca de esa zona con el hallazgo de peces, mariscos, aves y mamíferos muertos en las playas.
Según algunos esto se produjo debido al vertimiento de 4.500 toneladas de salmones en descomposición al mar a mediados de marzo.
Rápidamente, varias organizaciones salieron a exigir transparencia al gobierno chileno para esclarecer el episodio que generó un nuevo sacudón para quienes viven del mar, además de otros también preocupados por cuestiones ambientales.
Pero el dato alentador es que más allá del impacto que pueda generar esta situación en el ánimo de los pescadores chilenos, también es elocuente que no se cansen de agradecer a su patrono para seguir echando sus redes día a día con esperanza, seguridad y tranquilidad.