El Papa visitará Georgia y Azerbaiyán en tres meses para llevar esperanza y alentar la paz“La misericordia” es un “estilo de vida”, dijo el papa Francisco este jueves 30 de junio en la plaza de San Pedro en ocasión de la audiencia especial jubilar con motivo del Año Santo.
“La misericordia sin obras está muerta por dentro”, remarcó el Obispo de Roma respecto al mensaje evangélico del apóstol Santiago. Esto significa tener una atención hacia las necesidades “espirituales y materiales” del prójimo, del “hermano necesitado, abandonado”.
Ante 15.000 fieles y peregrinos, el Papa lamentó que en la vida diaria se palpen tantas exigencias en relación “a las personas más pobres y vulnerables” y no se haga nada.
“Encontramos situaciones dramáticas de pobreza y parece que no nos afecta; todo continúa como si eso fuera normal”, sostuvo. Así, constató que quien “no vive para servir, no sirve para vivir”.
Experimentar la misericordia significa “no permanecer indiferentes ante las necesidades de los hermanos”.
¡Se es misericordiosos o no!
Francisco pidió que las obras de misericordia sean aplicadas y no sean sólo palabras muertas. “Las obras de misericordia no son teoría, sino testimonio concreto”, además porque están estrechamente vinculadas al mensaje cristiano.
“Jesús –sostuvo– no admite respuestas evasivas; tenía hambre y me has dado de comer; tenía sed y me has dado de beber; estaba desnudo, enfermo, en la cárcel, era refugiado y me has asistido”.
En este sentido, el papa Francisco invitó a mirar a lo esencial que es ver a Jesús en el preso, en el hambriento, en el parado, en el solo y el triste.
Viaje a Georgia y Azerbaiyán
Por otro lado, el Pontífice se refirió al viaje apostólico a Armenia realizado hace pocos días (de 24 a 26 de junio) “como peregrino de fraternidad y de paz”.
El obispo de Roma agradeció al presidente de la República armenia y al Catholicós Karekin II, al patriarca y a los obispos católicos y a todo el pueblo armenio por la cálida acogida.
Asimismo, informó que viajará, otra vez, a la zona del Cáucaso. “Si Dios quiere dentro de tres meses viajaré a Georgia y Azerbaiyán. He decidido visitar estos países […] para apreciar sus antiguas raíces cristianas y alentar la esperanza y los caminos de paz”.
Trabajo, bienestar de la familia
El Papa instó, asimismo, a promover una “cultura del trabajo” para garantizar la “dignidad” y “el bien común” de la sociedad, a partir de su célula principal, la familia”.
“La familia, de hecho, es la que sufre más las consecuencias de un mal trabajo: malo por escasez y por su precariedad”, dijo en su saludo en italiano a los miembros de la USMI, Asociación Italiana Asesores del Trabajo que trabaja en la ciudad italiana de Milán.
La audiencia concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica. “Que María, Madre de Misericordia, nos ayude a dar espacio a la fantasía de la caridad para que el camino de la misericordia sea cada vez más concreto. Muchas gracias”.