Unos rollos del Mar Muerto, recientemente digitalizados, podrían dar respuestas y plantear nuevas preguntas acerca del relato bíblico del Diluvio Universal
El techo del arca de Noé tenía forma piramidal. Cuando menos, estaba coronada por una especie de punta. Esta conclusión, según se lee en un artículo de Nir Hasson para Haaretz, se desprende de una nueva lectura de los Rollos del Mar, que ha sido posible gracias a un proyecto que ha digitalizado algunos de los rollos con una sofisticada tecnología que ha permitido apreciar letras y palabras que, antes, eran ilegibles.
Durante casi cinco años, un laboratorio establecido por la Autoridad de Antigüedades de Israel, parte del proyecto de la biblioteca digital de los Rollos del Mar Muerto “Leon Levy”, ha estado escaneando todos los rollos que la Autoridad de Antigüedades conserva.
Cada fragmento se fotografía 28 veces en alta resolución usando diferentes longitudes de onda de luz. Y estamos hablando de decenas de miles de estos fragmentos.
En algunos casos, la cámara ha revelado letras y palabras que habían sido borrados, o que eran ilegibles, debido a que parte del pergamino se había quemado. Y algunos de estos descubrimientos ofrecen nuevas interpretaciones de los textos bíblicos conocidos.
El Dr. Alexey Yuditsky, miembro de la Academia del Lenguaje Hebreo, se refirió a la sección sobre el Arca de Noé, en la que una palabra que venía exactamente después de las palabras “el tamaño del arca” o “de la altura del arca” había sido previamente ilegible.
Ahora, la exploración ha revelado que la palabra en cuestión es “ne’esefet”, que significa “reunidos”. Yuditsky interpreta este texto como si quisiese decir que las “costillas” del arca (esto es, las vigas transversales que daban forma al arca) se juntasen en la parte superior: es decir, que las vigas se juntaban arriba del arca, como en un cono, y se unían en un punto superior, dándole cierta forma cuasi piramidal.
Además, Yuditski añade varios otros argumentos que respaldan su afirmación para respaldar esta afirmación.
Por ejemplo, en la Septuaginta (una traducción griega de la Biblia hecha en el siglo III) utiliza un verbo griego con un significado similar, y Maimónides también señala que el Arca, en su extremo superior, también terminaba en punta.
Pero el nuevo hallazgo revela que esta conclusión se remonta a 2.000 años en el pasado.
Todas estas nuevas interpretaciones, y más detalles sobre este estudio, se pueden encontrar en la página web de la academia, Maagarim.