separateurCreated with Sketch.

El pozo milagroso y la basílica de Nuestra Señora de Ocotlán

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Daniel Esparza - publicado el 08/07/16
whatsappfacebooktwitter-xemailnative

A poco más de cien kilómetros de Ciudad de México, este santuario mariano recibe visitas de peregrinos que beben el agua de un pozo milagroso

A aproximadamente 120 kilómetros en las afueras de la Ciudad de México, se encuentra el que, junto al de Atotonilco, quizá sea uno de los más bellos santuarios de todo el país: el de Nuestra Señora de Ocotlán, en Tlaxcala, en el lugar en el que la Virgen María se apareció a Juan Diego Bernardino.

La tradición señala que las apariciones comenzaron el día 27 de febrero 1541: apenas diez años después de las apariciones de Guadalupe. El siglo XVI mexicano fue particularmente difícil, y de sus tribulaciones no estuvieron exentos los nativos de Tlaxcala. Guerras, inestabilidad política y numerosas plagas traídas de Europa por los conquistadores españoles diezmaban la población.

A aproximadamente 120 kilómetros en las afueras de la Ciudad de México, se encuentra el que, junto al de Atotonilco, quizá sea uno de los más bellos santuarios de todo el país: el de Nuestra Señora de Ocotlán, en Tlaxcala, en el lugar en el que la Virgen María se apareció a Juan Diego Bernardino.

A aproximadamente 120 kilómetros en las afueras de la Ciudad de México, se encuentra el que, junto al de Atotonilco, quizá sea uno de los más bellos santuarios de todo el país: el de Nuestra Señora de Ocotlán, en Tlaxcala, en el lugar en el que la Virgen María se apareció a Juan Diego Bernardino.

La tradición cuenta que, al ir Juan Diego Bernardino cruzando un bosque de ocotes (de allí el nombre Ocotlán), la Virgen se le apareció y le preguntó a dónde iba.  

Juan Diego respondió que buscaba agua para llevar a sus enfermos, que morían irremediablemente. La Virgen le contestó: “Ven en pos de mí; yo te daré agua con la que se extinguirá el contagio, y sanarán no sólo tus parientes sino cuantos bebieren de ella”.

La historia cuenta que al final de la tarde, Juan Diego y los franciscanos fueron al bosque, que se quemaba con llamas que no le consumían. De uno de los árboles irradiaba una luz particular en el que se halló una imagen de la Virgen

La historia cuenta que al final de la tarde, Juan Diego y los franciscanos fueron al bosque, que se quemaba con llamas que no le consumían. De uno de los árboles irradiaba una luz particular en el que se halló una imagen de la Virgen

Juan Diego llenó su cántaro en un manantial que la Virgen hizo aparecer, y llevó el agua milagrosa hasta Xiloxostla, su pueblo natal.

Antes de irse, la Virgen le dijo a Juan Diego que le comunicase a los frailes franciscanos lo que había ocurrido, y que los llevase a un bosque cercano, donde encontrarían una imagen suya en el tronco de un ocote, que deberían llevar al cercano templo de San Lorenzo.

Juan Diego llenó su cántaro en un manantial que la Virgen hizo aparecer, y llevó el agua milagrosa hasta Xiloxostla, su pueblo natal.

Juan Diego llenó su cántaro en un manantial que la Virgen hizo aparecer, y llevó el agua milagrosa hasta Xiloxostla, su pueblo natal.

La historia cuenta que al final de la tarde, Juan Diego y los franciscanos fueron al bosque, que se quemaba con llamas que no le consumían. De uno de los árboles irradiaba una luz particular en el que se halló una imagen de la Virgen. La imagen, hasta el sol de hoy, se conserva en la Basílica de Ocotlán.

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.

banner image
Top 10
See More
Newsletter
¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.