Daniel Radcliffe sigue empeñado, y de qué manera, en desprenderse de la varita mágica de Harry Potter y después de haber interpretado a un hombre con cuernos y a un cadáver, ahora se mete en la piel de un agente del FBI real que durante años estuvo infiltrado en una peligrosa banda de neo-nazis. Es la ópera prima de Daniel Ragussis que ya había tocado un tema espinoso en su cortometraje Haber, sobre las investigaciones de los nazis con armas químicas. Puede ser interesante.
ESTRENO: PRÓXIMAMENTE