La bella historia de los rosarios que han recibido los jóvenes que han visitado la diócesis de Varsovia-PragaDe modo ecológico, porque reutilizan los tapones de las botellas de agua. Y, sobre todo con el corazón y un gran compromiso. Así es como se crearon los rosarios para los peregrinos en la JMJ.
Recoger todo tipo de tapones de las botellas de bebidas o cosméticos. Fundirlos en cuentas, y luego engancharlas en las cuerdas. No es poca cosa. Especialmente cuando se trata de varias toneladas de tapones y unos cuantos miles de rosarios…
Se podría ir por el camino más corto, pedir para los peregrinos de la JMJ rosarios en un almacén, y sin embargo la gente de la Diócesis de Varsovia-Praga quería hacer algo especial, único.
Se hicieron con una idea y luego ejecutaron consistentemente el paso a paso la acción “Enróllate en la JMJ”.
“La idea de la elaboración de los rosarios a partir de las tapas fundidas nació realmente durante los programas pastorales para los jóvenes de Radio Varsovia. Los responsables de los grupos de Rosario en la diócesis mencionaron que las mujeres del rosario viviente de la diócesis de Varsovia-Praga se dedican a la elaboración de los rosarios que luego terminan en las cárceles, hospitales, distintos centros… “, dice Joanna Slusarek, la portavoz del Centro Diocesano de la Diócesis de Varsovia-JMJ Praga.
Originalmente los tapones tenían que recopilarse en las parroquias de la diócesis de Varsovia-Praga, pero el proyecto gustó tanto que trascendió las fronteras de la iglesia. En la campaña se involucraron los colegios y los particulares. “La gente traía bolsas llenas de tapas de plástico y tapones”, informa Ślusarek.
Una de estas personas es Katarzyna Musiał, de la parroquia de la Divina Misericordia en la calle de Ateńska. Desde el momento en que apareció la información acerca de la acción “Enróllate en la JMJ,” durante tres meses continuó la recolección intensiva de tapones.
“A plazos los llevábamos a la calle Floriańską 3, desde donde viajaban a ser fundidos. En total, transporté al menos diez grandes sacos”, explica a Aleteia la coordinadora de la JMJ de la parroquia.
La idea original fue crear pequeños rosarios, con un denario, pero la respuesta a la campaña fue tan grande que nos decidimos por un rosario “completo” con cinco denarios.
“Los rosarios son de diferentes colores: amarillo, rojo, azul y blanco. Para una decena del rosario se necesitan aproximadamente 40 tapones de las botellas de agua del tamaño standard”, señala a la PAP Carolina Błażejczyk del Centro de la JMJ de la Diócesis de Varsovia-Praga.
¿Cuántos tapones fueron recogidos en total? “Unas cuantas toneladas. Con los tapones fundidos fueron creados aproximadamente 7 mil rosarios. Las cuentas de plástico fueron montadas por aproximadamente 15-20 mujeres de los círculos del rosario”, dice Ślusarek.
La ejecución del proyecto duró unos cinco meses. Los rosarios de colores ya hechos forman parte del paquete de peregrino que recibieron los jóvenes de todo el mundo que visitaron la diócesis de Varsovia-Praga. Ahora se pueden ver en las calles de Varsovia.