La capital venezolana lleva dos meses seguidos con dramáticos aumentos en los números de muertes violentas.
Si bien el gobierno venezolano no publica cifras oficiales en el año 2005, distintos observatorios asumen como propia la labor de medir el pulso al azote de la inseguridad en el país suramericano. De acuerdo a fuentes anónimas de la Medicatura Forense de Caracas, quienes no dejan de entregar datos a los periodistas venezolanos que cubren la fuente de sucesos, durante el pasado mes de julio la morgue capitalina habría recibido un promedio de diecisiete cadáveres diarios, para un total mensual de 535 fallecidos por muertes violentas. El mes anterior, junio, la estadística señalaba que el instituto había recibido 500 cadáveres, víctimas de homicidios.
Sólo en el último fin de semana de julio, de acuerdo a cifras publicadas por los periodistas Román Camacho y Darvinson Rojas, y recopiladas por Ewald Scharfenberg en un artículo publicado por el diario El País, la Medicatura Forense habría recibido 43 cadáveres. Estas cifras otorgan a Caracas el triste sitial de ser la ciudad más violenta del planeta, habiendo superado a la hondureña San Pedro Sula el pasado año 2015, con 119 homicidios por cada 100.000 habitantes.
En medio de esta situación, cada vez son más los venezolanos que aplican para obtener asilo en Estados Unidos: de acuerdo a cifras publicadas por el Pew Research Center, las autoridades de inmigración estadounidenses, en lo que va de año, han recibido 168% más aplicaciones procedentes de Venezuela que en el pasado 2015.