Massimo Bottura lucha contra el hambre y el desperdicio de comida en el marco de los JJOO¿Alguien se acordará de los pobres durante los Juegos Olímpicos? Era una incógnita que merodeaba el antes del máximo evento deportivo a nivel mundial. La respuesta es sí. El protagonista es el italiano Massimo Bottura, considerado el mejor chef del mundo y ganador de tres medallas Michelin con “su laboratorio de ideas”, Osteria Francescana en Módena (Italia), reconocido el mejor restaurante del mundo gracias a la calificación de “50 Best Restaurants”.
Bottura decidió viajar a Río de Janeiro (Brasil), pero con fines que trascienden lo deportivo pues decidió abrir un comedor comunitario en para darle de comer a los más pobres de la ciudad. Su meta es poder servir unos 5.000 platos por día.
A diferencia de lo que los comensales pagan en su restaurante en Italia por una cena (a veces un plato puede oscilar los 1000 dólares por persona), en Río de Janeiro quienes sean invitados a este restaurante particular, denominado Reffetorio Gastromotiva, que funciona desde este 9 de agosto, no deberán pagar ni un centavo. La cuenta corre por parte de los patrocinadores del local.
“Tenemos una oportunidad a través de este proyecto, que es cultural, y no de caridad, de luchar contra el desperdicio. Si cambiamos la manera de pensar, podemos hacer que nazca una nueva tradición”, expresó Bottura a medios brasileños, según reproduce la agencia AFP.
“Le prometí a mi madre que usaría mi notoriedad para tornar visibles a los invisibles. Llegó el momento de devolver al mundo lo que me dio”, agregó.
Es que el público objetivo son los más vulnerables a nivel social y lo que se busca de fondo es generar conciencia contra el desperdicio de comida, la desnutrición y la exclusión social.
Además, otra de las consignas es que lo que se ofrece en el restaurante no son sobras, sino ingredientes donados por empresas de catering del Parque y Villa Olímpica, que de otra manera terminarían en la basura, consigna AFP.
El motor del proyecto
Durante el año 2015 Bottura llevó a cabo una iniciativa solidaria conocida como Reffetorio Ambrosiano que funcionó también en la Expo Milan y que persiguió los mismos objetivos. Actualmente, Bottura no está solo llevando a cabo su proyecto en Brasil. Lo acompañan quienes también estuvieron con él en aquel proyecto, el chef brasileño y fundador de la ONG Gastromotiva, David Hertz, además de la periodista Alexandra Forbes.
“Estamos replicando el concepto de lucha contra el desperdicio de alimentos y ofreciendo comidas gratis con dignidad a los necesitados en el centro de Río. Vamos a llevar el ADN de Gastromotiva con la creación de un centro de formación profesional y la educación alimentaria”, expresó Hertz en declaraciones reproducidas por el sitio oficial de la ONG.
Precisamente, una vez finalizada la movida olímpica y paralímpica el restaurante seguirá funcionando, pero como escuela de cocina y abierto al público sin descuidar el aspecto social pues se establecerá el concepto de “pague al mediodía y done la cena” a quien precise, indica un portavoz del proyecto a AFP.
Cuando llegue al final, ¿alguien le regalará una medalla al equipo de Bottura? Al menos ya habrá conseguido un premio mayor, el corazón de los pobres de Rio de Janeiro ya que alguien se acordó de ellos. Pero también un cálido aplauso por su lucha contra el desperdicio de comida.