Ariana Orrego Martínez es la primera mujer peruana que participa en Gimnasia Artística de Juegos OlímpicosDesde los 6 años soñó con volar muy alto. Y así lo hizo. A los 14 años dejó el Perú para enrumbar a los Estados Unidos, tras el sueño de abrazar la gloria en los Juegos Olímpicos de Río 2016. “Participar sigue siendo su sueño”, confesó la deportista de 17 años al alcanzar el puesto 37 con 51.798 puntos.
En el Perú convertirse en una gimnasta olímpica es una tarea titánica. Sin embargo, Ariana se propuso conseguirlo. “Me siento muy feliz, porque estoy haciendo historia en la gimnasia peruana”, declaró para la prensa extranjera, una de las integrantes más jóvenes de los 29 deportistas de la delegación peruana, que participa en Río 2016.
Ariana, es la primera representante femenina de la gimnasia nacional en este certamen multideportivo, luego de los Juegos Olímpicos de Múnich en 1972 donde el Perú tuvo dos exponentes varones en esta disciplina.
Perseguir los sueños la llevó a Río
Su lucha la inició cuando empezó a soñar con los sudamericanos. Acercarse poco a poco a este sueño, la hizo superarse para llegar a ser olímpica. “Ahora quiero conseguir medallas”, se dijo así misma. Siempre supo que para llegar a los Juegos Olímpicos debía cambiar algo en su vida. “De haberme quedado en el Perú, nunca lo hubiera logrado”, contó para la televisión peruana.
Entonces se permitió soñar despierta. Ya en el Excalibur Gymnastics, escenario deportivo en EEUU, comprendió que sus piruetas no tenían nada de especial, “las demás chicas en Virginia Beach, ya lo hacían”. Llegó a clasificar en los juegos nacionales de Estados Unidos, pero no pudo competir por ser peruana. Ariana no se rinde.
De la mano de sus entrenadores Dena Walker y Gustavo Moure, cambió su rutina de entrenamientos lo hacía durante 6 horas al día. La competidora en gimnasia artística llevó una estricta rutina de ejercicios durante casi 3 años; dedicó horas a la preparación física, luego 45 minutos al día para dominar los cuatro aparatos de la gimnasia artística.
Busco siempre la máxima nota
“Siempre me movió alcanzar mi sueño de ser olímpica. Entrenaba mañana y tarde mientras mis estudios los seguía por internet”, contó la gimnasta artística.
Buscaba obtener la mejor nota. Cuando llegaba a casa luego de la intensa preparación física, Ariana seguía las indicaciones de su psicólogo para poder lidiar con su carácter perfeccionista. “Era yo quien me calificaba”, expresó. Escribía todo lo que había sucedido en el día, y trataba de autocalificar su desempeño.
“El secreto está en estar dispuesta a enfrentar siempre dificultades y aprender a resolverlas. Con este sacrificio logré perfeccionar mi técnica, rumbo a Río 2016”, señaló.
Traspié no la derrumba
Sus padres jugaron un papel muy especial en todo esto, sobre todo su madre, “Compartí mi habitación con Jenny Martínez, la única que sabe lo que necesito, sin el apoyo de mi madre nunca lo hubiera logrado, es la única que me conoce a la perfección”, sonríe.
Su equilibrio y su concentración le permitieron dominar los aires y lograr descollar en sus presentaciones. En medio de la ovación del público presente Ariana se robó el cariño de los asistentes demostró elegancia en su debut, sus movimientos agilidad y destreza gustaron a la tribuna.
Mientras una enorme bandera peruana flameaba en las manos de los peruanos Ariana logró dejar el marcador en 12.733 durante su participación en la barra de equilibrio, luego continuó su rutina de piso. Su naturalidad y pericia al ritmo de la música le permitió colocar el marcador en 13.66 en esta dificultad de la Gimnasia Artística.
Perú aplaude su participación
Ariana tuvo un pequeño desliz en la barra alta y cayó. Sin embargo, el aplauso de los asistentes la sostuvo en los aires. Descalificó, quedó fuera de la competencia, pero esto la impulsa ahora a desafiar Tokio 2020. Se lució en el potro salta con un puntaje de 14.066.
La peruana llegó a las Olimpiadas luego de lograr el puesto 20 en el “Preolímpico Test Event” que se realizó en Rio de Janeiro donde registró 13.800 puntos. Cuando uno tiene un objetivo tiene que luchar por él”, aseguró su madre. “Nos hemos sentido más orgullosos que nunca”.
En 2013 se fue de Perú tras sus sueños. Exalumna del colegio Peruano Alemán Humboldt, pide a las autoridades peruanas establecer los lineamientos educativos para que los deportistas puedan vincular sus estudios con su entrenamiento. “Tuve que marcharme de Perú para mejorar mi nivel deportivo y no dejar de estudiar”.
Perú participa en Río 2016 con una delegación de integrantes más numerosa desde Atlanta 1996. Son 24 años que el país no ha logrado una medalla olímpica. Hay expectativas de conseguir alguna en el fondismo, una de las mejores cartas que tiene el país en lo que a deporte se refiere.