El Santísimo Redentor recibe anualmente a casi seis millones de católicos que van a la ciudad de vacaciones
Las Vegas se ha ganado, casi diríamos que a pulso, el apodo de “Sin City”, la ciudad del pecado, por ser la capital mundial de los casinos, las apuestas y los juegos de azar en general. Sin embargo, también sería injusto decir que los casi 36 millones de turistas que la ciudad recibe anualmente se dedican exclusivamente a despilfarrar su dinero echándolo a suertes.
Si bien los casinos son parte del atractivo principal de la ciudad, también es cierto que mucha gente va además a pasar una vacación familiar, disfrutando de los espectáculos, conciertos y la variada oferta gastronómica de la ciudad, especialmente en el famoso strip, la calle principal, bordeada por comercios, resorts, hoteles, teatros, restaurantes y, sí, casinos.
De estos 36 millones de turistas, se estima, según números proporcionados por The Catholic Travel Guide, que cinco o seis millones son católicos. Y allí, justo en el strip, se encuentra el Santuario del Santísimo Redentor: un templo que, sin ser una parroquia (es un santuario, precisamente), ofrece misas diarias y horas de adoración del Santísimo Sacramento casi todas las tardes.
El Santuario, que fue construido en febrero de 1993 gracias a donaciones de las mismas corporaciones que hacen vida en Las Vegas, puede acoger hasta 2.200 personas, y abre desde las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.