Empieza la reconstrucción de la Iglesia de San Saturnino, una joya que da vida e identidad a un barrio chileno La iglesia lleva el nombre de San Saturnino, curiosamente considerado por los habitantes de Santiago de Chile protector contra los temblores y terremotos. Sin embargo, el fuerte sismo del 27 de febrero de 2010 de 8.8 grados en la escala de Richter que sacudió a Chile también dejó sus secuelas en esta iglesia, considerada una joya de la arquitectura, además de patrimonio cultural que le da vida e identidad a un barrio entero.
“Fue una pena tremenda la que sentimos, porque el terremoto nos echó a abajo todo y este es un lugar maravilloso para todos nosotros en el barrio”, expresó Teresa Jara, integrante de la Parroquia de San Saturnino ubicada en el barrio de Santiago de Chile Yungay, indica Conferencia Episcopal de Chile.
Pero en 1985 otro sismo ya había dejado su huella en esta iglesia. En aquella oportunidad tuvo que ser clausurada por los diversos daños, según establece La Hora de Chile. Recién 12 años después se logró la restauración, hasta que se dio lo de 2010 que obligó otra vez a clausurarla no tanto por daños estructurales –la escalera centenaria se mantiene intacta- sino por otros elementos que pueden generar peligro.
El cierre persiste hasta estos días y las celebraciones religiosas se llevan a cabo en una capilla cercana.
Ahora, con motivo de los 172 años de su inauguración ímpetu envolvió a los parroquianos y habitantes del barrio, pues entre sus manos está la noble tarea de poner en marcha una nueva campaña para la reconstrucción de este templo histórico.
A través de la Fundación Buena Esperanza se busca recaudar fondos gracias a las donaciones recibidas.
Para el párroco de esta iglesia, Juan Carlos Cortez, se trata de un tema prioritario. “Hace seis años tenemos una capilla provisoria, pero la comunidad estaba muy desanimada, sentía que no se iba a hacer nada por recuperar el templo. El 2013 hubo un proyecto que estuvo casi aprobado, pero quedó inconcluso, por lo que la gente aún es muy escéptica de que alguna vez se reabra”, expresó a La Hora de Chile.
“El templo tiene una dimensión que podríamos decir que es simbólica, porque el Barrio Yungay es el más antiguo de Santiago, fue la primera villa o población que se formó. Entonces tenerla cerrada es perder una parte de la historia de Santiago”, agrega.
Una joya con historia
“Se trata de una iglesia de estilo gótico con tres entradas y una torre. La construcción fue iniciada por el sacerdote Luis Benavente y terminada por el arquitecto Teodoro Burchard hacia el año 1887”, indica la municipalidad de Santiago en su sitio web.
“La parroquia fue creada por la autoridad eclesiástica en 1844 y se construyó en el lugar una rústica capilla de madera y adobes. El sitio en que se levanta la iglesia era ocupado en 1830 por uno de los presidios de la ciudad”, prosigue.
“A la nueva capilla del Barrio Yungay se trasladó la imagen de San Saturnino que estaba en la Iglesia de San Francisco, en la Cañada, y que había sido traída a Chile desde Quito, por el obispo agustino fray Gaspar de Villarroel. Esta imagen de San Saturnino fue tallada en madera cuzqueña en el siglo XVII”, agrega la municipalidad.
“La iglesia tiene grandes y bellos vitrales que representan a los apóstoles. Entre sus reliquias e imaginería hay un Cristo de la Buena Esperanza obsequiado en 1892 por el presbítero Hernán Domeyko Sotomayor. También hay un órgano fabricado por Oreste Carlini en la década de 1920”, concluye la municipalidad en cuanto a la reseña.
Una certeza
“Tengo certeza y fe de que se va a abrir la Iglesia porque hay mucha gente colaborando al igual que el párroco. Yo espero que en dos o tres años se puedan reabrir las puertas y si es más tiempo ahí estaremos trabajando”, manifestó Dede Brandado, otra de las feligresas que acompaña el proceso.