La noble tarea de los voluntarios que dan alegría y esperanza a los niños hospitalizados “Tengo control el próximo martes. Sé que me va a doler mucho pero no importa porque ustedes estarán aquí y me van a consolar. ¡Por eso siempre pido control los días martes!”.
Este testimonio pertenece Josefina, una niña chilena, y que fue publicado por la Fundación Giracuentos. Acompañar a los niños hospitalizados y hacerlos sonreír a través de un cuento es precisamente la misión de este grupo de voluntarios.
La propia fundación, que lleva como lema “Cuidado y Alegría en Salud”, indica en su sitio web que “su sueño es que ningún pequeño pase por un hospital sin haber escuchado al menos un cuento”.
Es que contar cuentos además de estimular la imaginación y generar lazos afectivos puede también arrancar sonrisas en momentos oportunos.
Justamente, los integrantes de esta fundación, que se caracterizan por sus atuendos de color amarillo, llevan alegría y cuentos a los hospitales públicos de Chile Luis Calvo Mackena y Roberto del Río.
“La mayoría de las veces están con dolor, y traerles un cuento y mostrarles que puedes abrir el mundo es maravilloso”, expresó a La Tercera Carmen Bórquez, una de las 19 voluntarias de Giracuentos que trabaja en el Hospital Luis Calvo Mackena.
Entre las principales actividades de la fundación, además de la lectura de cuentos, se destacan la celebración de los cumpleaños, actividades manuales, talleres de capacitación y el apoyo a campañas de diferente índole.
Pero además, esta fundación está enlazada con el proyecto Hospital Amigable que se aplica desde hace varios años en el Hospital Luis Calvo Mackena y que pretende hacer énfasis en la dimensión socioemocional del paciente, ente este caso, de los niños.
Es por ello que además de Giracuentos hay otras fundaciones y voluntarios que acuden al lugar con diferentes metodologías, aunque con objetivos similares, llevarle alegría y esperanza a los niños hospitalizados. Por ejemplo, la Fundación Dulzura para el Alma, que a través de carritos con bebidas y dulces, revistas regalos, están también apoyando a los niños y sus familias.
También está trabajando en el lugar la fundación Abrazos del alma, cuya fundadora, Eugenia Navarrete, contó a La Tercera lo que hacen.
“Un trabajo social y espiritual en acompañamiento tanto de los papás como de los niños. Oramos por ellos, les llevamos cositas para que se entretengan. Vamos los días viernes y, por ejemplo, les llevamos una once a los papás de oncología”, señaló.
El trabajo que hacen fundaciones como Giracuentos en los hospitales es por demás elogiable. Sin dudas que contar cuentos a niños hospitalizados no curará sus enfermedades, pero representa una noble misión de acompañamiento con el único fin de estar al lado del que sufre alentándolo y diciéndolo que no está solo. La famosa “cariñoterapia” de la que habló el Papa Francisco durante su última visita a México.
En esto coincide Bórquez, quien reconoce a La Tercera que le da gratificación cuando los pacientes y quienes los acompañan sonríen. “Esa es una de las motivaciones, acompañarlos y mostrarles que no están solos”, culminó.