Ubicado a los pies de un acantilado en la provincia turca de Trebisonda, ha estado allí desde el siglo IV
Conocido popularmente como “el monasterio de Sumela” su nombre es, realmente, “Monasterio de la Panagia”; esto es, el monasterio de la “Toda Santa”, uno de los nombres que recibe la Virgen María en la tradición griega ortodoxa.
Fundado durante el reinado del emperador Teodosio I en el año 386 en un acantilado cerca del valle de Altindere, en la región turca de Trebisonda, la tradición cuenta que dos monjes pusieron manos a la obra después de haber hallado, en una de las cavernas de la montaña, un icono milagroso de la Madre de Dios.
El monasterio fue objeto de continuas ampliaciones durante años, hasta que alcanzó su máximo esplendor (y su tamaño definitivo) en el siglo XIV, durante el reinado de Alejo III, cuando Trebisonda era capital imperial del llamado, precisamente, Imperio de Trebisonda, un Estado cristiano medieval griego nacido tras la descomposición del poder central constantinopolitano, previo a la toma de Constantinopla por los Cruzados.
En la actualidad, el monasterio, tras haber pasado de manos del imperio ruso a Grecia y luego nuevamente al gobierno turco, atraviesa un proceso de remodelación, aunque varias voces de la Iglesia griega en Turquía aseguran que el gobierno de Erdogan ha demorado intencionalmente estos trabajos, usando la dilación como excusa para prohibir celebraciones religiosas en el monasterio.