La pequeña Giulia se ha convertido en símbolo de esperanza en medio de la tragediaEl miércoles 24 de agosto el centro de Italia sufrió un terremoto devastador de magnitud 6,2 y el número de víctimas supera ya las 250 personas, según informa CNN. Se estima que aún quedan docenas de personas atrapadas en las ciudades de Amatrice, Accumoli y Pescara del Tronto. Pero al menos sabemos que hay una pequeña niña que ya no tendrá que afrontar el horror de morir bajo los escombros. Se trata de Giulia, de 10 años, cuyo apellido aún no ha sido revelado. Tras 17 horas de búsqueda, un grupo de valientes bomberos la sacaron de entre los escombros.
Aunque las tragedias pueden afectar a cualquier persona del mundo en cualquier momento, el rescate de Giulia es un recordatorio importante de que siempre habrá personas dispuestas a ayudar. Los profesionales de las labores de rescate son especialistas en milagros. Una gran verdad en el caso de los bomberos que rescataron a Giulia e igual de cierto fue para las personas que arriesgaron sus propias vidas para salvar las de otros tras el desastre del 11-S en Estados Unidos.
Las imágenes de este personal de rescate italiano son inquietantemente similares a las que circularon hace ya casi 15 años cuando los terroristas atacaron las Torres Gemelas. En ambas tragedias, la voluntad de ayudar prevaleció, aunque siempre serán demasiadas las víctimas arrebatadas. Para las víctimas supervivientes, la intervención de los equipos de rescate marcó la diferencia entre la vida y la muerte.
Ver a los equipos de rescate liberando a esta niña del desastre aviva un poco más la esperanza en nuestros corazones, mientras mantenemos a Italia en nuestras oraciones esta semana.
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