Ayuda a los chicos a sobrellevar uno de los estudios más temidosEn el Hospital Garrahan, al sur de Buenos Aires lo tienen claro. No quieren que los chicos sufran miedo, ansiedad o panico al tener que realizarles una resonancia magnética. No es agradable estar dentro del artefacto… ¿o sí puede serlo?
Desde el hospital han decidido que la prueba se convierta en el final de un juego. La sala donde se encuentra el aparato de resonancias es una isla mágica. Los jóvenes reciben un mapa con obstáculos para llegar a ella: minas abandonadas, diamantes, fósiles, la cascada encantada…para finalmente llegar a la nave espacial.
La prueba sigue siendo dura, pero la manera de afrontarla es muy importante. La enfermedad, las pruebas médicas (como todo en la vida) se llevan mucho mejor con alegría, ilusión y esperanza.