El sorprendente acontecimiento sucedió en FranciaEn la estación de tren Gare d’Austerlitz, en París, hay un piano. Es de los muchos instrumentos esparcidos por la capital francesa, donde se practica el “a vous de jouer” (tu turno de tocar). Cualquiera que sepa – o no – tocar el piano, puede sentarse y deleitar al público.
Pero un día, las personas que estaban en la Gare d’Austerlitz asistieron a un espectáculo muy especial. Un hombre se sentó y, algunas notas más tarde, un extraño se juntó a él. Lo que los dos lograron hacer de manera improvisada dejó a cientos de pasajeros impresionados.
Míralo por ti mismo:
Los pianistas son el catalán Gerard Pla Daró y el argelino Nassim Zaouche. Antes de volverse un éxito en las redes, ellos no se conocían. Su interpretación conjunta de la pieza “Una mattina”, de Luddovico Einaudi, muestra que la música no sólo es universal, sino que también puede ser mágica, incluso en el trajín de una estación de tren.
Por Não Acredito